Tres meses de cárcel para el aficionado del PSV que agredió a Marko Dmitrovic, portero del Sevilla
Este aficionado de 20 años también tendrá prohibido acercarse al Philips Stadion de Eindhoven durante los próximos dos años
El aficionado del PSV Eindhoven que saltó al césped del Philips Stadion para agredir al portero del Sevilla Marko Dmitrovic en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa ha sido condenado a tres meses de cárcel, según ha dictaminado este miércoles un juez neerlandés.
Este aficionado de 20 años también tendrá prohibido acercarse al Philips Stadion de Eindhoven durante los próximos dos años. El condenado, que estaba borracho en el momento de la agresión, ya estaba cumpliendo una sanción que le prohibía el acceso al recinto, aunque no ha revelado cómo entró en el estadio. Ha sido despedido de su trabajo y expulsado de la peña del PSV a la que pertenecía.
Dmitrovic explica el intento de agresión: "Nunca me pegué en mi vida pero se defenderme"
El joven entró corriendo en el terreno de juego en la recta final del partido y golpeó en la espalda a Marko Dmitrovic, portero del Sevilla, antes de intentar darle un puñetazo en la cara. Rápidamente, el guardameta se abalanzó sobre él y lo inmovilizó en el suelo, mientras llegaron los miembros de seguridad. El PSV venció el encuentro 2-0, pero cayó eliminado de la Europa League por un global de 3-2.
El propio portero habló sobre cómo vivió el incidente con este aficionado al término del partido. "Vino un aficionado y me empujó desde atrás. Estaba alocado y seguramente borracho, intentó pegarme y le tiré al suelo esperando a que viniera la seguridad", explicó Dmitrovic a los medios de comunicación tras el pitido final. "Me rozó un poco, de verdad tenía ganas de pegarle pero... si quiere que nos peleemos vamos aun evento de boxeo. Siempre hay algún aficionado o algún idiota que salta. No debería suceder, pero bueno. Espero que le castiguen", apuntó el guardamenta, que también reconoció que nunca había vivido algo así. "Nunca me he pegado en mi vida pero se defenderme, no le quiero dar más vueltas. Esto no es bueno ni en el fútbol ni en la vida".
El atacante, que desde entonces ha sido despedido de su trabajo y expulsado de la peña deportiva a la que pertenecía, tenía un nivel de alcohol en sangre de 1,6 y ya se le había prohibido en dos ocasiones la entrada al estadio del PSV, por lo que no debería haber accedido esa noche al partido. Además, según De Telegraaf, el aficionado usó el abono de otra persona. El propio PSV se distanció de la acción de este aficionado tras el partido a través de un comunicado en el que condenó la agresión y se comprometió a buscar formas de hacer que los vetos de entrada al estadio se cumplan mejor.