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Sociedad | Actualidad

"Cuando un ojo no funciona, se tapa el otro": Francino entrevista al autor de la reflexión "más inteligente" sobre la paridad y la discriminación positiva

El hombre, un ingeniero gijonés, envió su analogía a la directora de El País

"Está claro que nuestro sistema actualmente no funciona en cuanto a la paridad de la mujer": La curiosa explicación de la discriminación positiva

La Semana de la Mujer ha abierto múltiples debates. Se han escrito ríos de tinta a cerca del género, de la violencia machista, de las mujeres y del enfrentamiento entre feminismos.

Este viernes, una de las cartas a la directora del País , nos ha llamado especialmente la atención. Se titula Paridad y dice lo siguiente: "A quienes critican las políticas de paridad con el argumento de que “ninguna discriminación es positiva”, cabría decirles que el tratamiento habitual de la ambliopía (ojo vago), pasa por colocar un parche sobre el ojo desarrollado, obligando al cerebro a abandonar su tendencia inconsciente a favorecerle y mostrándole al córtex que el ojo ambliope es igualmente funcional. Los beneficios de esta reeducación no repercuten únicamente en el ojo tratado, sino que, al ser la visión un proceso sinérgico, se mejora el conjunto logrando, por ejemplo, una correcta coordinación de ambos ojos. Del mismo modo, resulta imprescindible reeducar a una sociedad que relega a las mujeres en el escalafón. Favoreciendo la incorporación de la mujer en calidad de igual y siendo las relaciones sociales asimismo sinérgicas, esta discriminación positiva no beneficia únicamente al colectivo femenino sino a la sociedad en su conjunto, haciéndola, entre otras cosas, mejor y más justa."

"Yo fui uno de esos que no entendía la discriminación positiva"

"Creo que es una de las analogías más inteligentes que yo he visto últimamente para hablar de todo este conflicto", ha opinado Francino. Su autor es David Barbas, un gijonés dedicado a la ingeniería industrial. Barbas ha participado en este especial de La Ventana en Gijón. La comparación entre el llamado ojo vago y las medidas de discriminación positiva nace de una experiencia propia. "Cuándo empiezo la carta con 'a quiénes', lo digo porque yo fui uno de esos que no entendía la discriminación positiva", ha confesado Barbas. El autor de la carta ha comentado que él veía de forma injusta las medidas de paridad. Pero después entendió su importancia."Cuando un sistema no funciona, y está claro que nuestro sistema actualmente no funciona en cuanto a la paridad de la mujer, hay que forzarlo". Por eso escogió el ejemplo del ojo. Porque permite entender que al reforzar el empleo femenino, se logrará demostrar que hombres y mujeres son iguales.

La desigualdad laboral está patente en su día a día. En el departamento de Barbas tan sólo hay una mujer de cinco personas en plantilla. Por eso es importante facilitar a las mujeres la incorporación a las plantillas. La creación de referentes impulsa a la sociedad. Pero las cosas parecen estar cambiando. "Mi responsable directo es una mujer", ha puntualizado Barbas. Además, el ingeniero también es consciente del cambio de percepción. "Cuando empecé la carrera había muy poquitas mujeres estudiándola, y cuando la terminé había más", ha señalado.

Su reflexión quiere apoyar al movimiento feminista. La búsqueda de la igualdad es una cuestión que apela a toda la ciudadanía. "Estamos avanzando, estamos avanzando bien, y tenemos que seguir hacia delante", ha concluido el ingeniero.

"La discriminación positiva no ofrece privilegios sino igualdad"