"Llevo casi toda mi vida en las drogas y puedo decir que para mí llegar a la cárcel fue encontrar la libertad"
Mara Torres ha conversado en 'El Faro' con tres internas del módulo terapéutico del Centro Penitenciario de A Lama
"Llevo casi toda mi vida en las drogas y puedo decir que para mí llegar a la cárcel fue encontrar la libertad"
Madrid
Cuando Eva entró a cumplir condena en el Centro Penitenciario de A Lama pesaba tan sólo 40 kilos y estaba enganchada a las drogas. Siete meses después ha cogido peso, ha conseguido un trabajo en el office de la prisión y está en tratamiento con metadona y Suboxone: "Entré fatal y en muy poco tiempo pegué un cambio muy grande". Ese es el motivo por el que, para ella, entrar en prisión ha sido una ayuda: "Llevo casi toda mi vida en las drogas y puedo decir que para mí llegar a la cárcel fue encontrar la libertad".
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En el módulo terapéutico se ofrecen programas de desintoxicación y de prevención de recaída en estupefacientes. Alma, otra de las internas, está de apoyo de enfermería y se encarga de calmar el dolor y los ánimos de sus compañeros durante todo el proceso: “Cuando llegan les digo que no se preocupen, que no voy a permitir que les pase nada malo y que siempre me van a tener ahí. Les doy un abrazo y las cojo de la mano como si fueran hijas mías. Mi trabajo es el más bonito del mundo. Hay un montón de personas que me lo han agradecido cien mil veces tan sólo con una sonrisa”.
Alma, como Eva, cree que estar en prisión no es la peor situación a la que una persona puede enfrentarse: "Esto son cuatro barrotes y cuatro muros. La cárcel de verdad es la psicológica, cuando estás enganchado a la droga y no puedes vivir sin tu dosis. Llegas aquí con 39 kilos y no sabes si vas a vivir o vas a morir".
Entrar en el módulo terapéutico es voluntario. Hay internos, como Marta, que de inicio no aceptaron la ayuda: "No estaba preparada psicológicamente". Fue la confianza que depositaron en ella los trabajadores de la prisión lo que le hizo cambiar de opinión: "Había perdido muchos años y me había perdido a mí misma, y aquí encontré esperanza de vida. Yo siempre digo que en prisión he renacido". Marta es la primera mujer que ha accedido a un puesto en mantenimiento en la prisión y recibe cursos de cocina y de pintura.
Tiempo | Programa especial desde la prisión de A Lama
Irene González-Higuera
Graduada en Periodismo por la Universidad Carlos...