Los sindicatos avisan a Macron sobre el rechazo social a la reforma de las pensiones: "A fuerza de jugar con fuego, se hacen tonterías"

Madrid

Los sindicatos franceses han lanzado este sábado una seria advertencia para el gobierno de Emmanuel Macron ante lo que consideran una actitud de "provocación" del Ejecutivo, por no tomar en consideración el fuerte rechazo social que ha generado su proyecto de reforma de las pensiones que retrasaría la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.

Las principales centrales sindicales del país han recomendado al gobierno no "jugar con fuego" ya que las movilizaciones en todo el país continuarán por tiempo indefinido. "¿Qué más hay que hacer?", se preguntó retóricamente Philippe Martínez, líder de la CGT, desde la cabecera de la manifestación que recorrerá París durante toda esta jornada, en el que está siendo el séptimo día desde enero en el que se producen masivas movilizaciones de la ciudadanía a nivel nacional para mostrar su oposición a la reforma del sistema de jubilaciones.

El líder sindical fue este sábado un paso más allá. Rentando al gobierno, lanzó la propuesta de que si Macron y sus ministros están tan seguro de que su iniciativa es necesaria y la única posible, que consulte a los ciudadanos. "Hoy la única cosa que podemos decir es: si (Macron) está tan seguro de sí mismo, que consulte a los franceses", defendió un desafiante Martínez.

Así, esta ha sido la respuesta que los influyentes sindicatos han dado a la postura inamovible que ha adoptado el presidente francés frente a los reclamos que en cuanto a la reforma de pensiones han ido presentando estas organizaciones, que la pasada semana pidieron en sucesivas ocasiones y sin éxito ser recibidos en el Elíseo.

Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), defendió también desde la manifestación en la capital la necesidad de realizar una consulta pública a los franceses, avisando al Gobierno de que "a fuerza de jugar con el fuego, se hacen tonterías".

Los principales sindicatos coincidieron en señalar que esperan para este sábado una gran jornada de protestas por el visible apoyo que está mostrando la sociedad francesa al movimiento contrario a la reforma de las pensiones. La esperanza ha sido depositada en el hecho de que, a pesar de que el trámite parlamentario del proyecto prosigue bajo un procedimiento acelerado, la batalla aún no está perdida en las calles.

El principal argumento del Ejecutivo que defiende una reforma en la jubilación a la que todos los sindicatos se oponen es garantizar el equilibrio financiero del sistema al menos hasta 2030, ya que, si no se hiciera nada, desde el Elíseo sostienen que en 2035 el déficit acumulado se acercaría a los 150.000 millones de euros. El más que polémico proyecto de ley se está debatiendo en el Senado, desde donde el propio ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, anunció el viernes que utilizarían un mecanismo constitucional para saltarse los cientos de enmiendas presentadas por la oposición para bloquear la tramitación. Forzando así el voto sobre el texto en su conjunto.

En concreto, el recurso al artículo 44.3 va a posibilitar que se lleve a votación en la Cámara Alta -donde la derecha tiene mayoría- sobre un texto que únicamente incluirá las enmiendas propuestas o aceptadas por el Ejecutivo. De esa forma, se evita el escenario en que se hubiera llegado al final del plazo que tenía el Senado, el domingo a medianoche, por el que la Cámara Alta no se hubiese podido pronunciar sobre la reforma, algo que ya ocurrió en la Asamblea Nacional en la primera lectura.