Biden aprueba su polémico proyecto petrolero en Alaska
El presidente estadounidense ha dado luz verde al enorme y polémico proyecto petrolero que perforará el suelo de Alaska en tres lugares situados en la mayor zona de valor ecológico de EEUU
Estados Unidos ha aprobado el proyecto de petróleo Willow en Alaska. La construcción de estas tres nuevas plataformas de extracción de petróleo afectará a uno de los lugares con mayor riqueza ecológica de Alaska, que tiene una extensión de 93 millones de hectáreas en la parte norte de este estado y que forma el área más grande de tierras vírgenes de propiedad pública de los Estados Unidos.
La decisión de seguir adelante con el proyecto mediante la autorización de tres sitios de perforación en el noroeste de Alaska se produce un día después de que Biden anunciara también restricciones en la explotación del petróleo y gas con el objetivo de para proteger hasta 60 millones de hectáreas de agua y tierra en esta remota región.
Este polémico proyecto se llama “Willow” y está liderado por una de las empresas más grandes del sector de la energía fósil: “ConocoPhillips”. Según las previsiones de esta compañía, estas nuevas plataformas podrían producir unos 600 millones de barriles de petróleo equivalente durante su vida útil, con un máximo de 180.000 barriles de petróleo por día.
Contrapartida
El Departamento del Interior de EEUU anunció este domingo también acciones para hacer que casi 12 millones de hectáreas del Mar de Beaufort en el Océano Ártico estén "indefinidamente fuera de los límites" para la extracción de petróleo y gas, basándose en una prohibición aprobada en la era de Obama y cerrando efectivamente las aguas del Ártico de EEUU a la exploración de los hidrocarburos.
Además, el gobierno propondrá nuevas protecciones para más de 52 millones de hectáreas de áreas especiales "ecológicamente sensibles" dentro de la reserva de petróleo de Alaska, anunció la administración en un comunicado difundido el pasado el domingo.
El área incluye el lago Teshekpuk, las tierras altas de Utukok, el río Colville, la laguna Kasegaluk y las áreas especiales de Peard Bay.
Difícil equilibrio
Con estas dos decisiones antagónicas y contradictorias en Alaska (por un lado proteger una zona virgen y, por otro, autorizar la perforación de otra área de gran riqueza natural), el presidente Biden intenta compaginar sus objetivos de descarbonizar la economía de los EEUU y, a la vez, preservar la naturaleza virgen con aumentar el suministro doméstico de combustible para mantener bajos los precios.
El proyecto de perforar Alaska cuenta con el apoyo de la industria del petróleo y el gas y de muchos funcionarios del estado ávidos de puestos de trabajo, pero los grupos ecologistas se oponen de forma radical y no solo para proteger la mayor región virgen de América del Norte, sino también para poder combatir el cambio climático reduciendo el uso de los combustibles sucios, como exigen también los científicos de la ONU.
"Proteger un área del Ártico para poder destruir otra no tiene sentido y no ayudará a las personas y la vida silvestre que se verán afectados por el proyecto Willow", denuncia Kristen Monsell, abogada del Centro para la Diversidad Biológica.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....