El día que Iñaki Gabilondo pilló a Miguel Maldonado dibujando un pene en una pizarra: "Creía que era una idea estupenda"

Madrid

Cuando uno conoce por primera vez a alguien famoso, tiene dos opciones: intentar mantener la compostura a pesar de los nervios o hacer el ridículo de manera estrepitosa. Lo segundo es lo que le ocurrió a Miguel Maldonado la primera vez que se cruzó con Iñaki Gabilondo, una leyenda de la radio. El humorista le ha contado a Raúl Pérez cómo fue ese primer encuentro en A las bravas.

El cómico, presentador de Segunda Acepción junto a Ignatius Farray, ha recordado que su primer encuentro con Gabilondo "fue hace muchos años". "Yo era realizador en el diario Público. Había una pizarra grande, era rectangular y debía de medir dos metros y medio de largo. Yo estaba aburrido ese día, no sé por qué, y consideré que era una idea estupenda dibujar un pene", ha rememorado.

"Dibujé dos pequeños cojoncillos en las esquinas y pensé 'ya verás qué risa si yo ahora voy andando con el rotulador y dibujando", ha detallado Maldonado, que estaba a punto de encontrarse ante una de las situaciones más incómodas de su vida. "En esas estaba", rememora, "cuando me voy a girar para terminar de dibujar y me encuentro a Iñaki Gabilondo mirándome fijamente".

¿Qué hizo Gabilondo ante semejante escena? Según el recuerdo de Maldonado, "se limitó a mirarme fijamente, muy serio. Con eso fue suficiente". El humorista recuerda que al ver al mítico director de Hoy por Hoy pensó que "era más alto" de lo que él creía y que tenía "un porte regio". "Simplemente me miró como diciendo 'No, no era por ahí'", ha recordado.

Maldonado tampoco dijo nada. "Era ridículo. Claro que era una broma, pero no le iba a decir 'Disculpe, Iñaki, esto era una broma...'. Lo di por una cosa que había pasado, como cuando te rozas la mano con un desconocido en la calle", ha contado.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Maldonado y la chirigota

En ese episodio de A las bravas, Raúl Pérez también puso a prueba la paciencia de Maldonado enfrentándolo a uno de los géneros musicales que menos le gustan: la chirigota. El humorista se las vio y se las deseó para disimular que ese fenómeno no cuenta con su devoción, pero logró salir del paso.

"De verdad que yo los respeto. Son gente que se lo pasa muy bien, tocan la guitarra, cantan y son ingeniosos. Pero llega un punto que ya le han dado toda la vuelta al tema. Además, no hace falta que nos lo cantéis al resto. Bueno, que viva Cádiz, por supuesto", ha dicho.

También se atrevió, como cinéfilo confeso, ha elaborar una tesis sobre una de las películas españolas más exitosas de la temporada, la opera prima de Alauda Ruiz de Azúa, 'Cinco Lobitos'. Bueno, hemos escrito elaborar, pero elaborar es probablemente mucho decir. "Es una película estupenda", fue su comentario. Igual de desarrollado que la tesis que una vez pensó hacer sobre el cine de Álex de la Iglesia. "Sí, lo pensé, pero luego descubría que me gusta mucho el cine, pero no tanto trabajar", ha confesado.