El Transmite la SER en Galicia no salió bien

Madrid

Este podría ser un texto en el que solo hablamos cosas maravillosas de un lugar porque nos han tratado bien, nos han dado de comer genial y han demostrado su amor por nuestro programa. Pero si esperabas eso, tenemos que decirte que estás en lo cierto.

Empezaremos con una frase que, por supuesto, somos conscientes que da mucha rabia: "No todos los días se cumplen 90 años". Ya lo sabemos, señor inventor de frases. De hecho, solo un día se cumplen 90 años. Es un momento especial, un año inolvidable y Radio Galicia decidió que era buena opción llevar a Ortega y su tropa.

Y llegó la sorpresa porque somos conscientes que esto, a lo mejor, al que lee estas líneas no le interesa mucho o le parece un autobombo desmesurado, pero es que en Radio Galicia tratan a la gente sensacional. Y eso que el equipo del Transmite no tiene aires de súper estrellas. Primero porque no llegan ahí y segundo porque no les gustan los yates. Un medio de transporte en el que todo el mundo sabe te pueden hacer fotos con gente que no quieres y marean un montón (que no apetece estar ahí, aunque la gente no lo admita. Es como cuando vas a un vermú jazz un domingo y nadie es capaz de decir que se está aburriendo). Pero sí, nos trataron con honores en Radio Galicia. Pero bueno, como en todos sitios.

Vaya bajona, ¿eh? Estábamos lanzando flores sin conocimiento alguno y de repente decimos que en todos sitios nos tratan bien. Pues sí, nos trataron genial, como en todos sitios, lo que nos sorprendió no fue eso. Todo el que escuche el Transmite sabe que es un intento de homenaje a la radio, a las voces, a la técnica, a todo lo que envuelve a las ondas hertzianas (otra expresión que da rabia). El Transmite es un programa hecho por chalados de la radio para chalados de la radio. Pero, ay, que nos adelantaron por la derecha.

Estos genios de Radio Galicia celebran su aniversario muy a conciencia, recuerdan cada minuto de la emisora, cada programa a nivel nacional que se hizo desde allí y cada esfuerzo que debieron hacer para que se les escuchara, sobre todo en tiempos mucho más difíciles. Han montado una exposición que es un museo radiofónico que emociona y mucho y que debéis visitar en La Casa do Cabildo de la capital gallega.

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El programa homenaje se hizo desde la Facultad de Ciencias de la Información de Santiago, dónde se congregó toda la radio posible en su máximo esplendor: oyentes fieles, periodistas míticos y alumnos de periodismo, unos jóvenes a los que hay que escuchar porque muchos sueñan con trabajar en este medio. Y Carlos Blanco.

Podríamos decir que todos éramos conscientes de la trayectoria del gran actor, cómico y mil cosas más pero por desgracia fuera de Galicia es conocido, pero no le miran como le miraba la gente, con una mezcla de admiración y de incredulidad, de expectativa cumplida y de recibir el siguiente zarpazo gracioso de este maestro, que, además, ama la radio como nosotros. Así es como miramos a Carlos Blanco nosotros y así lo mira Pepe Capelán, un talentazo que también tuvo la amabilidad de venir a nuestro especial. Bueno, qué amabilidad ni que leches, si se lo pasaron en grande.

En resumen, que notamos su cariño, supongo que agradecieron que estuviéramos todo el programa sin imitar el acento gallego, que no es poco. Ojalá mil años más de Radio Galicia.