Macron ordena aprobar por decreto y sin apoyo de la Asamblea Nacional la polémica reforma de las pensiones
Pese a las numerosas huelgas y movilizaciones en todo el país, con un apoyo masivo, el presidente francés ha decidido utilizar un instrumento constitucional que permite sacar adelante leyes a cambio de que se puedan presentar mociones de censura en su contra
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha convocado este jueves un Consejo de Ministros extraordinario para autorizar la utilización de un instrumento constitucional que evitará someter a votación en la Asamblea Nacional gala la reforma de las pensiones. Macron, que ha mantenido contactos durante todo el día con distintos actores políticos, ha reunido de urgencia a su equipo para que éste avale recurrir al artículo 49.3 de la Constitución, en virtud del cual el proyecto saldrá adelante independientemente de su nivel real de apoyo.
Así, Macron considera que los riesgos que supondrían no sacar adelante la reforma de las pensiones eran muy grandes: "Mi interés y deseo político era ir a una votación... pero considero que los riesgos financieros y económicos son demasiado grandes", señaló el presidente a los principales ministros del gabinete, según informa Reuters. Sin embargo, esta decisión puede desembocar en un terremoto político que ponga contra las cuerdas a Macron y su primera ministra, Élisabeth Borne.
Miles de personas, entre ellos el líder político de la Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, están concentrados frente a la Asamblea Nacional, en la Plaza de la Concordia, con carteles como "¿dónde está la democracia?". Los sindicatos ya han convocado otra jornada de huelgas masivas para el próximo jueves 23 de marzo, perose espera que las protestas no cesen durante los próximos días.
Las mociones de censura se podrán presentar hasta este viernes a las 15:20 y serán votadas durante la próxima semana. En caso de salir adelante, la reforma se tumbaría y Borne dejaría de ser primera ministra.
Sin embargo, este escenario ya ha ocurrido en varias ocasiones durante esta legislatura, con mociones en las que incluso han sumado votos la izquierdista La Francia Insumisa (LFI) y la ultraderechista Agrupación Nacional. Pero la oposición necesitaría de nuevos aliados para tumbar al Ejecutivo, algo que no descarta la líder de este último, Marine Le Pen, dispuesta a apoyar a la izquierda.
Poco tiempo después, Borne ha anunciado formalmente ante la Asamblea Nacional que el Gobierno eludirá el voto de los diputados para aprobar la controvertida reforma de las pensiones. "No se puede correr el riesgo de jugar con el futuro de las pensiones, esta reforma es necesaria", afirmó Borne entre gritos y abucheos de la oposición para anunciar que el Ejecutivo recurrirá "por responsabilidad" al artículo 49.3 de la Constitución. En la Asamblea Nacional, parte de la oposición ha cantado La Marsellesa en bucle, impidiendo hablar a Borne.
Le Pen se abre a apoyar la moción de censura de la izquierda
La decisión de recurrir a este mecanismo, en lugar de una votación que se veía como muy arriesgada por la falta de una mayoría clara en la Asamblea, se tomó después de la tercera reunión que mantuvieron en el Elíseo el presidente, Emmanuel Macron, la primera ministra y varios miembros del Ejecutivo. El recurso al 49.3 abre las puertas a una posible crisis política, con varios llamamientos de la oposición a la dimisión de Borne y el rápido anuncio de dos mociones de censura, una por parte de la izquierda y otra de la ultraderecha.
"Borne no puede seguir", afirmó claramente la líder ultraderechista Marine Le Pen, quien recalcó que "una mayoría de los franceses" se había manifestado en contra del proyecto del Gobierno. Le Pen aseguró que su grupo votará cualquier moción de censura, aunque sea de la izquierda, tras la decisión del Ejecutivo de contornear el voto parlamentario. "Lo importante no es quién presente la moción, es que el Gobierno sea censurado", subrayó.
La líder de la extrema derecha, que consideró que la situación es de una "profunda crisis política", apuntó directamente al presidente Macron, puesto que, dijo, la de las pensiones fue la única reforma que presentó durante la campaña electoral. "Un texto que no tiene mayoría en la Asamblea Nacional ni el apoyo del pueblo debe ir a la papelera", dijo la diputada de la extrema derecha, que consideró que con el recurso al 49.3 el Ejecutivo "pone de manifiesto su debilidad".
La izquierda también prepara una moción de censura, según señaló el líder comunista, Fabien Roussel, que animó a que continúe la movilización en las calles e insistió en su iniciativa de pedir un referéndum, para lo que hace falta presentar cuatro millones de firmas.
"La moción de censura está lista, trataremos de que reciba el mayor apoyo posible", aseguró el diputado comunista. El Senado había aprobado esta mañana la reforma por un margen confortable (193 votos a favor y 114 en contra), pero las dudas en un número apreciable de diputados del bloque macronista y del partido conservador LR no hacían posible lograr el número necesario de votos a favor en la Asamblea.
Este miércoles, millones de personas volvieron a salir de nuevo a las calles de las principales ciudades de Francia -por octava vez- para cuestionar una reforma que plantea, entre otras cuestiones, elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación y ampliar el periodo de cotización necesario para obtener la pensión máxima.
Francia se echa a la calle
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