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Sociedad | Actualidad

Fundaciones y ONG sostienen las redes de apoyo para combatir la soledad

En España, el Minsterio de Derechos Sociales planea presentar un borrador de una estrategia contra la soledad a nivel estatal, pero no existe una fecha concreta

El aislamiento y la soledad, que ha acarreado la COVID-19, se han convertido en una atención primaria y urgente para Cáritas / Unsplash

Madrid

El gobierno de Theresa May anunció en 2018 la creación de un Ministerio de la Soledad, una cartera específica para luchar contra el aislamiento de la que se decía la población más sola de Europa. El 75% de los ancianos del país viven solos. Pero en la última remodelación de gabinete del pasado octubre, el ministerio desapareció como tal y sus funciones fueron asumidas por el viceministros de Deportes, Turismo, Patrimonio y Sociedad Civil. Es decir, entre las responsabilidades del equivalente a una Secretaría de Estado en España.

Japón creó su propio Ministerio de la Soledad en 2021, tras constatar la epidemia del aislamiento intensificada por el covid. Allí, el 14% de las personas que murieron en su casa y no compartían vivienda fueron hallados meses después su fallecimiento.

En Francia, un programa estatal trata de reunir voluntarios para atender a personas solas. Mientras en España también fue la pandemia la que impulsó la idea de coordinar los esfuerzos para paliar la creciente soledad. Según datos que maneja el Ministerio de Derechos Sociales un 11,6% de las personas se habían sentido solas en las últimas dos semanas al menos la mitad del tiempo en el año 2016 . En abril y julio de 2020 la cifra escaló al 18,8%.

El Ministerio abrió entonces la puerta a la creación de una estrategia coordinada con las comunidades autónomas, pero el plan no ha avanzado demasiado. Según explican a la SER, esperan presentar en los próximos meses un borrador de la estrategia, aunque todavía no hay una fecha cerrada.

En todo caso, el Ministerio detalla que los objetivos de ese borrados se centrarían en: elevar las oportunidades de participación en la sociedad y de crear relaciones sociales significativas; prevenir y detectar de forma temprana situaciones de soledad; contribuir a generar un cambio en la percepción social de la soledad; generar entornos rurales y urbanos accesibles e inclusivos y promover la cultura de la evaluación y mejorar la gestión del conocimiento. El Imserso elabora ya su plan estratégico, pero la idea es que otras organizaciones desarrollen sus propio planes a partir de las bases recogidas por el Ejecutivo.

"Me cambió la vida"

A la espera de que sea una respuesta estatal, comunidades autónomas y ayuntamientos lanzan sus propios planes y las fundaciones y organizaciones privadas sostienen gran parte de la estructura que intenta paliar la soledad de quienes piden ayuda. "Siempre aprovecho para decirlo, porque nunca me cansaré de agradecerlo. Lo que me han dado a mí... es otra vida, me cambiaron la vida", cuenta José Antonio, que formó parte de un programa de orientación para buscar empleo de la Fundación Nadiesolo.

Antes, la soledad le golpeó en su grado más extremo. Se fue de casa por la adicción de sus padres al juego y acabó en la calle, durmiendo en un aparcamiento, sin atreverse a pedir ayuda. Yo tengo cuatro hermanas, ellas, ellas tienen su vida, totalmente feliz. Están casadas, tienen hijos, ¿sabes? Y tampoco yo dije nunca nada. Yo no quise molestarlas nunca.

Dormía en un aparcamiento y se aseaba de la mejor de las maneras para que sus hermanas no notaran nada. Por eso, a pesar de verlas de vez en cuando, el peso de aquella conversación ausente le hacía sentirse profundamente solo. Y cada vez se encerraba más. "Es una soledad terrible. Lloras y dices que, pues eso, que cómo has podido llegar a esta situación". "Estás fundido, solo ¿sabes? Y estás ahí encerrado en ese mundo", por eso le costó aceptar ayuda cuando se la ofrecieron por primera vez.

Ahora es encargado de mantenimiento de limpieza en Getafe, con un horario de siete de la mañana a tres de la tarde. Incluso, hace las veces de conferenciante porque acude al curso que antes recibió a dar una charla a los aspirantes a seguir su camino: encontrar un empleo y un techo. "Sobre todo la actitud que tuve para salir de esta situación, ¿no? Yo me lo propuse, yo me lo propuse y luego me ayudaron".

"Tuvimos un caso reciente de una persona usuaria que tras una vida de felicidad y rodeada de su familia, perdió a sus dos hijos y a su marido. Esto hizo que cambiara totalmente su vida entrando en una situación de soledad", recuerda Aránzazu Casaña, técnica de Cruz Roja en Tenerife. Desde 2016 participa en un proyecto que acompaña, sobre todo, a personas mayores. "Hemos visto un aumentos de los casos tras el covid."

José María trabaja acompañando a personas que, como le ocurrió a José Antonio, se quedaron en la calle. "A lo mejor vas a tomar un vaso de agua, un cafelito (con ellos). Pues oye, ese día sencillamente le has tocado el hombro, que no le ha tocado nadie el hombro en tres meses. Nadie le ha hecho un gesto cariñoso". La actividad de ambos es el sostén de cientos de vidas.

Reportaje: Flor, Carmen y Blanca, las paseantes de Fuencarral

04:21

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