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Nord Stream: interrogantes, sospechas e intereses

Fernando Ibáñez, doctor en Conflictos, Seguridad y Solidaridad Internacionales y docente del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa analiza las nuevas investigaciones sobre las explosiones submarinas que trasportaban gas natural por el Mar Báltico

Nord Stream: interrogantes, sospechas e intereses

Madrid

El 26 de septiembre de 2022 tuvo lugar el sabotaje del gaseoducto Nord Stream. Seis meses después las investigacions han estado marcadas por las sospechas y el mutismo absoluto. Además, han sido recurrentes las acusaciones entre los gobiernos de distintos países como Estados Unidos, Reino Unido, Rusia o Ucrania.

Por un lado, Semour Hersh había apostado por la hipótesis que acusa a Estados Unidos como responsable de la explosión. Por otro, las últimas informaciones publicadas por el New York Time y algunos medios alemanes han dado un vuelco a las investigaciones anteriores y señalan como responsable a un grupo pro-ucraniano. Esta posibilidad apunta a que un grupo de seis tripulantes llegó en un yate llamado “Andrómeda” a la costa del Mar Báltico y dos buzos colocaron explosivos en los gaseoductos, aunque reconocen que esta información no es concluyente y que hay muchos interrogantes que todavía no tienen respuesta. Fernando Ibáñez nos explica que la posible conexión con Ucrania está en que “el barco habría sido fletado por una empresa perteneciente a dos uncranianos y registrada en Polonia”.

Ibáñez mantiene que “tenemos varios posibles autores y todos, al menos en principio, con interés en el ataque”. Las explosiones tuvieron lugar en una zona especialmente militarizada y protegida por la OTAN y las investigaciones que están en marcha en Suecia, Alemania o Dinamarca “son independientes por motivos de seguridad y, aunque podamos imaginar que están cooperando, no sabemos la posible autoría, todo son especulaciones o filtraciones” según comenta el doctor en Conflictos, Seguridad y Solidaridad.

Operaciones de espionaje

“La posibilidad de una operación de falsa bandera, es decir, una operación encubierta, diseñada de forma que parezca que ha sido ejecutada por otro grupo es muy alta” añade el docente del Campus Internacional para la Seguridad y la Defensa. “Este tipo de operaciones son muy viejas, recuerdo el “Caso Main” entre Washington y España” por lo que por ahora solo podemos conocer lo que dice la Fiscalía alemana ya que lo demás son especulaciones.

“Esta explosión puede beneficiar a varios actores” según comenta Fernando Ibáñez y la dudas sobre los motivos para hacerlo son constantes. El hecho de que solo se explotaran tres de los cuatros conductos también es determinante a la hora de suponer posibles responsables.

Por último, Fernando Ibáñez, habla de la frecuencia con la que operaciones especializadas en espionaje se suceden en periodos de paz y se intensifican en momentos de conflicto y reitera que “la posibilidad de llevar a cabo la explosión del Nord Stream está solo en manos de un grupo muy reducido”.