Así son los 'Prompt engineer', la profesión más cotizada del momento y por la que pueden pagar hasta 300.000 dólares

Madrid

Con cada oleada tecnológica surgen nuevas profesiones. Y la irrupción de inteligencias artificiales como Chat GPT 4 (generador de textos) , Stable Diffusion (generador de imágenes digitales de alta calidad) o MidJourney ha generado un nuevo trabajo. Se les conoce como Prompt Engineers y su habilidad consiste en saber dar las instrucciones más precisas a una inteligencia artificial para obtener la mejor respuesta. No son programadores de código. Sus perfiles van desde el especialista en comunicación audiovisual hasta un creativo artístico. A todos les une su afición por experimentar con estas nuevas inteligenciar artificiales y la mayoría de ellos son autodidactas.

Ser creativo es esencial

The Washington Post dice de ellos que "programan en prosa". Su tarea consiste en elaborar los mejores prompts, es decir, escribir un conjunto de instrucciones integradas por palabras, símbolos, signos de puntuación de la forma más precisa y eficiente posible. En función del orden que pongan en las palabras o símbolos dentro de la instrucción, la respuesta será diferente. Los mejores "ingenieros de instrucciones" son los que consiguen un prompt original que sea creativo, inédito y satisfaga las necesidades que busca cada empresa.

En la Cadena SER hemos hablado con Pau Martí Felip. Es ingeniero de instrucciones de inteligencia artificial en la compañía Raona. Asegura que la indicación que tiene que hacer "debe ser clara y precisa porque si no la inteligencia artificial no lo comprenderá". "El prompt -asegura este experto- tiene que seguir unas pautas, tiene que ser muy bien estudiada y debe ser una pregunta muy concreta y directa". Pau Martí es licenciado en Comunicación Audiovisual, pero, en estos últimos años, ha estado investigando y aprendiendo el lenguaje natural que debe utilizarse con las máquinas y cómo educar mejor a una IA.

Ejemplos de Prompts

Martí Felip explica algunos ejemplos de indicaciones para elaborar contenidos e imágenes con estos motores de inteligencia. Si le decimos "actúa como un guionista televisivo, lo que hará la máquina, es utilizar palabras y el lenguaje que usarían los guionistas". Entonces le diremos "actúa como un guionista televisivo, haz un guion de televisión sobre una serie de comedia". Y nos lo hará mucho mejor y mucho más preciso que si escribimos un prompt más genérico e impreciso", afirma Martí Felip.

Dicho así parece muy fácil y al alcance de cualquiera, pero la realidad es otra muy distinta. Según este especialista, "la clave de esta profesión mía es tener la parte tecnológica de Inteligencia y la creativa". La unión de estas dos partes permite tener un conocimiento de Inteligencia Artificial, y tener la creatividad de ofrecer ideas que puedan generar imágenes y vídeos para el ojo humano.

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Sobre si esta tecnología está al alcance de cualquier persona, este profesional explica que "a medida que pase el tiempo, la IA se irá democratizando y se hará más entendible para la gente de la calle. Así que, lo que estamos consiguiendo", prosigue Martí Felip, "es entrenar a la inteligencia artificial para que sea más accesible y todo el mundo se pueda beneficiar de ella. Podemos llegar a hacer cosas impresionantes", opina este ingeniero.

Prompts de 10.000 euros

Respecto a la cotización de su trabajo, Pau Martí asegura que hay "lo que diferencia una indicación buena de una mala es saber qué palabras y qué lenguaje usar para cada modelo de IA, y también, es importante, ser creativo". "Hay que tener esa imaginación de pedirle "pon globos aerostáticos detrás de color verde y amarillo", y que lo que haga la máquina es mostrar una imagen muy novedosa que es la que estamos buscando”.

Respecto al precio de una buena "indicación de instrucciones", la escala varía mucho. "Ya hay mercados de prompts que van de lo económico a los más caros... "porque dependiendo de cada uno, hará unas cosas u otras", explica. "Algunos tienen unas funcionalidades determinadas y podrán crear vídeos espectaculares", asegura Pau Martí.

Martí Felip señala que la empresa en la que trabaja, Raona, ya vende modelos de IA para crear "mujeres y hombres modelos para moda que son figuras superrealistas a las que se puede vestir con prendas reales". "Esto abre unas posibilidades, trabajos y creaciones impresionantes en el futuro", dice. Un prompt puede valer desde 5 euros a 5.000, pero hay sistemas de instrucciones que se están vendiendo a las empresas por más de 10.000 euros.

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