China ha insistido en los últimos días en que la visita de su presidente Xi Jinping a Moscú desde hoy hasta el miércoles es un «viaje de paz», pero la orden de arresto del Tribunal de La Haya contra Vladimir Putin ha vuelto a elevar el tono del mensaje amenazante de Rusia desde primera hora del lunes. A la espera del encuentro bilateral entre Xi Jinping y Putin que se producirá durante la tarde de este lunes, quien ha lanzado la primera amenaza vía Telegram ha sido el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de ese país, Dimitri Medvedev: «es completamente imaginable el empleo preciso de un misil hipersónico Ónix lanzado por un buque ruso desde el mar del Norte contra la sede del Tribunal de La Haya», ha escrito en esa red, «todos estamos a merced de Dios y de los misiles». Medvedev continúa su escrito con todo tipo de críticas y menosprecios a las organizaciones internacionales, de la ONU a la OTAN, y habla de «consecuencias monstruosas» por la decisión de la Corte Penal Internacional. Rusia además ha anunciado que incoa un caso penal contra el fiscal y los jueces del Tribunal Penal Internacional, lo que junto a las amenazas con aire de propaganda de Medvedev enmarcan el encuentro bilateral en Moscú antes del cual el gobierno chino también se ha referido a la orden de arresto contra Putin con un lenguaje mucho más medido. Al mismo tiempo que insisten para presentarse ellos mismos como un país mediador para conseguir la paz en Ucrania, piden al Tribunal de La Haya que se «mantenga alejado» de un posible uso con intereses políticos de su labor judicial y de los «dobles raseros». La orden de arresto contra el presidente ruso sobrevuela este encuentro bilateral entre los dos máximos dirigentes de Rusia y China. Hoy se han visto ya por primera vez antes de tratar la actualidad internacional, principalmente la guerra de Ucrania. Hasta el día de hoy China no ha condenado de modo explícito la invasión de Ucrania y no ha disimulado sus lazos estrechos con el gobierno ruso, si bien también ha dicho ser partidaria de que no se rompa la integridad territorial de ningún país. En los mensajes que se han lanzado en los últimos días desde Pekín se repiten las palabras «paz» y «amistad» para describir la reunión que llega después de la presentación de un plan de paz auspiciado por China que no convence a las principales potencias occidentales. China ha insistido hoy además en que no envía armas a Ucrania tal y como han informado algunos medios de Estados Unidos. De hecho, Pekín acusa a Washington de ser «quien realmente envía armas al campo de batalla». El encuentro entre Xi Jinping y Putin este lunes ha sido una puesta en escena de dos amigos que se han dedicado una colección de halagos el uno al otro y en el que Putin se ha comprometido a revisar la propuesta para solucionar el conflicto de Ucrania que le ha presentado Pekín. «Miraremos tu propuesta, hablaremos de ella y consideraremos tu iniciativa con mucho respeto» ha dicho Putin ante un presidente chino que se declaraba feliz de estar visitando a su gran amigo y a quien auguraba un gran exito en las elecciones presidenciales del proximo año en las que el presidente ruso pretende revalidar su mandato para otros cinco años. Antes del cara a cara, Vladimir Putin ha escrito un artículo en las últimas horas en el periódico oficial chino «El diario del pueblo» en el que considera que la posición de Pekín respecto a la invasión de Ucrania es constructiva a ojos de Moscú y en el que califica las actuales relaciones entre su país y China como «las mejores de la Historia, basadas en la confianza mutua y en el respeto de la soberanía y los intereses de la otra parte». De «amistad eterna» habla a su vez Xi Jinping en un artículo publicado en paralelo en los medios rusos en el que defiende la multipolaridad en las relaciones internacionales. El comercio entre ambos países se ha incrementado notablemente en los últimos años, ahora es un 116% superior que hace una década, y China es la principal compradora del petróleo y el gas rusos que ahora no tienen una salida tan fluida hacia la Unión Europea.