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La dispersión de una Cumbre Iberoamericana que arranca este viernes

Se tratarán temas menores, que van desde la seguridad alimentaria, en peligro provocada por la guerra de Ucrania, el clima y un epígrafe generalista que dirige el continente hacia una Iberoamérica justa y sostenible. Hay ausencias importantes y significativas como las del presidente de México y el de Brasil

Los representantes de las 27 patronales y cámara empresariales de la CEIB, en la cumbre iberoamericana / CEIB (EFE)

Madrid

Este viernes ha arrancado en República Dominicana la 28ª Cumbre Iberoamericana, una reunión que congrega a los mandatarios iberoamericanos, y se trata del primer encuentro de carácter presencial desde que estalló la pandemia. Comenzará con una cena para después desarrollarse el sábado en el plenario.

Por España asiste el Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores, en una cumbre que cada año que se celebra, se presenta más edulcorada. Son 22 países, con jefes de gobierno y de Estado (en la mayoría de los países latinoamericanos, lo asume la misma persona) y hablan de los problemas comunes a los estados de habla hispana, aunque también está Brasil, cuyo presidente, Lula Da Silva, no asiste este año.

Tampoco lo hace el de México, López Obrador, aunque si el de Argentina o Chile. En la agenda se establece que hablaran de medio ambiente y seguridad alimentaria, pero lo cierto es que hace muchos años ya que estas cumbres latinoamericanas dejaron de tener un impacto real y sus decisiones apenas tienen repercusión en sus programas nacionales.

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El encuentro, que tendrá lugar este viernes y el sábado en la República Dominicana, está a punto de cumplir tres décadas y está auspiciada por España y Portugal. En su momento, este encuentro era el único foro donde estaban Cuba y Venezuela dentro de las Cumbres Internacionales, y se le permitía a Fidel Castro, socializar con occidente más allá de Rusia y China. La de ahora tiene poco contenido significativo, a pesar de que es la primera cumbre presencial después de la pandemia.

En América Latina preocupa la inseguridad alimentaria, provocada entre otras cuestiones por la guerra de Ucrania, la falta de grano y fertilizantes. Es un asunto de calado, así que la guerra de Ucrania también estará sobre la mesa. La Cumbre que realmente les importa a muchos de los que están allí presentes, es el encuentro de Latinoamérica con Europa, agendado para el mes de julio, en la que además de tratar los problemas emergentes de los países, se tratará de buscar acuerdos en materia de cooperación y comerciales, se aprovechará para llamar la atención a países como Cuba, Nicaragua o Venezuela, donde no se cumplen los Derechos Humanos, por lugares no admitidos en la Convención de Ginebra.

La cumbre de Europa y Latinoamérica lleva 15 años sin celebrarse y su reanudación es de vital importancia para algunos países latinoamericanos que esperan encontrar en esa cumbre, un puente para saltar hacia los mercados europeos. De hecho, el propio secretario general iberoamericano, Andres Allamand, lo ha confirmado al comienzo del encuentro: "Desde este encuentro nos prepararemos también para la cumbre con Europa que se celebrará durante el semestre de presidencia española de la Unión Europea".

Victoria García

En la SER, desde hace casi tres décadas, con...