Convertirse en influencer para dar ejemplo de superación: "He conseguido normalizar la discapacidad gracias a las redes sociales"

Madrid

A Davide Morana le cambió la vida en 2018: una meningitis le hizo perder las piernas y los brazos. “Primero pasé por siete días de coma y después estaba tan arriba de morfina que no me enteré de la situación hasta el día en el que me amputaron el primer brazo”, cuenta. Durante su proceso de recuperación decidió contar su historia en redes sociales y, tras varias publicaciones, consiguió miles de seguidores. En la actualidad cuenta con más de 237.000: “He conseguido normalizar la discapacidad en estas plataformas". Este tipo de influencers se han hecho conocidos por divulgar a través de redes sociales la enfermedad que padecen con el fin de ayudar a otros en su misma situación.

A través de estas plataformas, Morana enseña a otras personas cómo es su día a día: publica videos realizando ejercicios de forma autónoma o sube fotos de cómo está evolucionando su cuerpo y su enfermedad. Un testimonio que ha ayudado a miles de personas a sobrellevar sus problemas de salud, aunque todavía hay algunas que se siguen sorprendiendo al ver sus publicaciones. “Comparten sus historias conmigo y me dan ánimos. Se han convertido en un apoyo muy importante para mí, todavía seguimos alucinando con la repercusión”, afirma.

Pero Morana no es el único. La hermana de Lucía Sánchez, María, estuvo compartiendo su lucha contra el Sarcoma de Ewing –un tipo de tumor maligno que se desarrolla sobre todo en los huesos y en los tejidos blandos que los rodean– en Instagram hasta que falleció en 2020. Sus videos alcanzaban hasta el millón de visualizaciones. “Recuerdo que una niña de unos 15 años escribió a María diciéndole que tenía anorexia nerviosa y que ella había conseguido lo que ningún especialista hasta ese momento”, cuenta. En la actualidad, Lucía ha hecho realidad el sueño de su hermana: escribir un libro, Siempre fuertes, donde cuenta el día de día la enfermedad de María. Este texto ha recaudado ya 12.000 euros para la investigación sobre el Sarcoma de Ewing.

Aunque no todo es positivo en el mundo de las redes sociales. Muchos de estos influencers sufren una sobreexposición que les afecta directamente a su vida personal. Elena Daprá es psicóloga experta en bienestar psicológico y generaciones y asegura que, en la mayoría de los casos, los creadores de contenido pierden la percepción de lo que supone lo privado y lo íntimo, además de poder confundir el personaje con la persona. Daprá asegura que es importante que, tanto seguidores como influencers, tengan relaciones estables fuera de estas plataformas para no confundir el mundo real con lo que hay detrás de la pantalla.