'Oso', una novela delicadísima y transgresora

Marian Engel nació en 1933 en Toronto (Canadá) y murió de cáncer en la misma ciudad, en 1985. Fue una apasionada activista por los derechos de los escritores en todo el mundo y está considerada una gloria nacional en Canadá. En 1982 fue nombrada Oficial de la Orden Canadiense.

En 1968 publicó su primera novela, 'No Clouds of Glory'. Pero su obra maestra fue 'Oso', publicada en 1976, adorada por Margaret Atwood o Alice Munro. Ganó el Governor General’s Literary Award y está considerada una de las mejores (y más controvertidas) novelas de la literatura canadiense. 'Oso' es una auténtica parábola de la vuelta a la naturaleza. El libro fue un escándalo y se catalogó como erótica, pero la estructura es más bien mítica y corresponde con el viaje que emprende el héroe para adquirir el conocimiento de sí mismo.

Una obra maestra con un fuerte mensaje feminista

Como señala Mario Guerrero, 'Oso' tiene un fuerte mensaje feminista. La protagonista se resarcirá de su condición de mujer de la época, hará y deshará a su antojo y se sentirá más a gusto sola o con la compañía ocasional del oso que en presencia de hombres. Además, no se resignará a ser una ama de casa sumisa, sino una mujer libre y capaz que rompe convencionalismos, rechaza actos machistas y se refugia y refuerza a partir de la presencia del oso.

La novela se convirtió en un objeto de culto en la época, en la que los protagonistas, su psicología, sus pensamientos y, sobre todo, sus actos, están tejidos con un hilo narrativo de alta costura. Según Antonio J. Ubero esta es una de esas novelas que ejerce ese raro embrujo que impide dejar su lectura una vez iniciada, hasta que la última página recuerda al lector que es mortal.

Un canto a la libertad más absoluta

'Oso' es una de esas raras y maravillosas muestras del infinito poder de la imaginación, así como un ejemplo de libertad creativa que va más allá de lo literario para explorar los límites del comportamiento humano. Engel plantea una nueva perspectiva de la relación entre el ser humano y la naturaleza, explorando los rincones más recónditos del comportamiento hasta límites insospechados. Quizá por ello el relato resulte algo incómodo para algunos lectores, pues prescinde de convencionalismos a la hora de abordar las situaciones más complejas de la relación entre la protagonista y el animal. La naturaleza se convierte en un personaje más de esta historia, aportando un ambiente que propicia el delicado erotismo que suaviza los contornos más ásperos del relato. 'Oso' es un canto a la libertad más absoluta.

Según Mercedes Suero Fernández 'Oso' puede ser un libro extraño, pero no es obsceno. El surrealismo que a priori despierta el amor y la sexualidad entre seres nada compatibles se evapora cuando nos adentramos en la historia que Marian Engel nos relata con una prosa clara, nada ambigua, sin estridencias. Como señala Silvia Panadero en Las Furias Magazine, cuando aparece el oso, Lou comienza a descubrirse a sí misma y esto lo hace aproximándose a la naturaleza, viviendo con lo básico. Algo que termina acercándola irremediablemente a la bestia salvaje. Lou establece su primera relación entre iguales. Lo que se forja entre la humana y el animal es puro. 'Oso' es sobre todo el relato de una mujer que encuentra en lo salvaje, en la naturaleza animal, aquello que no ha conseguido hallar en los hombres.