Ana Guerra: "Las discográficas saben que si un artista no hace la música que de verdad quiere, acaba cayendo, aunque haya tenido un pico de éxito"
"Han pasado seis años de Operación Triunfo y puedo decir con la cabeza bien alta que sigo aquí"
Madrid
'Si me quisieras' es la nueva canción de Ana Guerra. La cantante canaria vuelve a componer, siendo fiel al estilo que ella misma ha querido darle a su carrera tras su etapa posterior a la salida de Operación Triunfo. Guerra rescata ahora una canción que compuso en 2019. Pero entonces no era el momento de sacarla. Porque las canciones tienen su momento. Y 'Si me quisieras' es 2023, no es 2019. La canción "cuenta una historia triste dentro de un género muy alegre", dice la cantante en Hora 25 en una entrevista con Aimar Bretos.
La ha tenido en un cajón todo este tiempo. "La compuse en 2019 y es verdad que no tenía cabida en ese momento dentro del estilo musical que yo estaba teniendo, pero nos parecía un temazo. Entonces dijimos 'vamos a guardarla, a ver cuándo la sacamos'". La artista canaria tiene un truco para saber cuándo está ante una buena canción. Dice que es infalible. "Yo siempre he pensado que una canción es buena cuando, sea del género que sea, te puedes sentar a tocarla en un piano. Hay canciones de reguetón que para mí son maravillosas porque te puedes sentar a tocarla un piano y hay otras que no".
Ana Guerra
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Han pasado cuatro años desde que la compuso, pero sabe que 'Si me quisieras' sigue siendo buena. Aunque, claro, las canciones hay que adaptarlas a la tendencia musical del momento. "Lo que sí ha sido muy, muy difícil es cambiarle la producción de 2019 a 2023 porque en 2019 había un sonido que era el sonido 2019 y había que cambiar al sonido 2023. Si en la música en tres meses ya te cambian todos los sonidos, imagínate en tantos años".
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Es entonces cuando la cantante abre un melón que tienen los artistas: la "maquetitis". "Es cuando tú haces una maqueta y estás súper contento con la canción y te gusta mucho la maqueta, tanto que la escuchas una y otra y otra vez, y la escuchas en un altavoz, en el coche, en un estudio y en tu casa. Y entonces llega un punto en el que la canción está sujeta a cambios pero siempre te gusta más la original". Y ahí entra el trabajo del equipo. "Los productores tienen que hablar con nosotros y decirnos "tienes maquetitis" y ya tú tienes que partir de la base de '¡oh, no! Me ha entrado la maquetitis".
Eso provoca que la cantante no se escuche sus canciones una vez salen a la luz. "Al final una canción la escuchas tantas veces hasta que llegas a dar un ok de tu propia música que yo no me escucho". Hay que saber parar en esas escuchas porque si no las modificaciones nunca terminan. "Hay un momento en el que sabes que tienes que parar, que tienes que parar de hacer modificaciones o de meter y quitar cosas. Intentamos alcanzar un nivel de perfección tan inexistente que al final me apoyo mucho en la gente que me rodea, en el productor, en el mezclador, en el equipo" Hasta el punto más extremo: "Si fuera por ti la canción nunca sale".
Pero es que la Ana Guerra de 2023 tampoco es la de 2019. "La rabia es diferente. En ese momento estaba viviendo una historia que es la que cuenta la canción y la rabia, el dolor, es reciente en ese momento". Ahora, dice, "es una cosa ya curada. Se canta y se cuenta de otra manera".
La exigencia del artista
¿Ana Guerra es más de apagar o de provocar incendios? Depende a quién le preguntes, dice. "Si le preguntas a la gente que trabaja conmigo, a lo mejor te dice que soy más de provocarlos. Pero también apago muchos. También soy muy mediadora". Y cuando los provoca, se quema. "Por mi autoexigencia creo que me quemo más de lo que me queman. Soy muy autoexigente y soy muy obsesiva con mi trabajo". Hasta el punto de machacarse mucho emocionalmente. "Es algo que trabajo en mi terapia y que con el paso de los años he ido sabiendo controlar ese límite de la perfección". "Al final, si le das tantas vueltas a la cabeza y te conviertes en obsesiva, aparte de que esa obsesión te cierra a las opiniones de los demás, sólo crees en la tuya y sólo crees que lo que tú estás haciendo es lo correcto porque es lo que tú quieres hacer. Dejas de escuchar y te conviertes en un bucle que vives solo por y para trabajar".
La cantante canaria mira su carrera, su momento, con orgullo. "Al final han pasado seis años de Operación Triunfo y puedo decir con la cabeza bien alta que sigo aquí". "Tú no sabes qué clase de artista eres hasta que no te lanzas a la piscina de la composición, porque ahí es donde te sale tu pureza y tu verdad". Y siempre, dice, con la verdad por delante. "Tú piensa que, al final, si algo han descubierto las compañías y las grandes multinacionales es que si un artista miente al público, la artista siempre va a caer. Puede tener un pico de éxito, pero el artista va a caer".
Por eso se centra en el presente. "No me imagino en un sitio concreto. Porque yo creo que me ha dado un revolcón tan grande la vida desde que salí de la academia que ha superado todas mis expectativas". Guerra sabe que la industria musical gira, cambia y te pega revolcones inesperados. "Si algo tiene duro esta profesión es la incertidumbre que te genera y el salto al vacío, que es todo". ¿Lo peor de este mundillo? "La inestabilidad y lo rápido que va todo a todo súper rápido y cada vez lo aceleramos más".
Ella, dice, decidió hace un par de años coger el volante de su propia carrera, aunque eso significara tumbar lo que había hecho hasta ese momento. Con todo lo que eso supone, tanto para ella como para su discográfica. "A mí jamás me han obligado a hacer nada. De hecho, tenía un disco hecho que tiré a la basura en 2022 y saque el disco que yo quería sacar. Ya estaba hecho y habían invertido en ese disco y no lo saqué. Y evidentemente me dijeron 'jamás te vamos a obligar a hacer nada que tú no quieras'".
Víctor M. Olazábal
Subdirector de Hora 25. Antes fue corresponsal en India para diversos medios españoles. Especializado...