Cierra la televisión 7NN tras perder más de 5 millones de euros en dos años
Los tres principales accionistas, entre los que está Marcos de Quinto, han perdido en apenas dos años de emisión la inversión total después de que el proyecto se convirtiese en "inviable" por la falta de ingresos y el elevado gasto
Madrid
La televisión privada de extrema derecha, 7NN, que llevaba apenas dos años en emisiones, ha anunciado que echa el cierre definitivo por la "inviabilidad del proyecto". La empresa, fundada en mayo de 2021 por dos hermanos de la órbita de Vox, José y Jaime Alonso, este último asesor de la formación ultra en el Congreso, dejará de existir a finales de este mes de marzo. Toni Cantó, que presentaba los sábados por la noche el programa 'ConToni' , que se vendía como un espacio de cultura y ocio, se ha quedado nuevamente sin trabajo.
La compañía explica en un comunicado interno que los "excesivos gastos generados" y la falta de ingresos han tornado el proyecto en económicamente "inviable". La premisa bajo la que echó a andar 7NN era la de ocupar un supuesto e importante hueco informativo por la falta en España de medios de comunicación de extrema derecha, al modo de la cadena estadounidense Fox News.
Desde su fundación en 2021, 7NN fue gastando el capital inicial con el que contaba, unos 5,5 millones de euros, sin llegar a conseguir en ningún momento una garantía de ingresos futuros suficientes. Uno de los problemas, apuntan desde la cadena, es que la dirección de la primera etapa, capitaneada por el empresario Marcial Cuquerella, se centró más en desarrollar el producto televisivo que en "construir un modelo de negocio sostenible". "Ello provocó que el nivel de gastos mensuales de la cadena se disparase, sin guardar lógica alguna con los exiguos ingresos que se generaban", revelan desde la sociedad propietaria Producciones Audiovisuales Hispania, S.A.
La entrada en 2022 en el Consejo de Administración del exdiputado y exvicepresidente de Coca Cola, Marcos de Quinto, abrió un nuevo periodo para la 7NN con el que buscaban aportar una nueva perspectiva ante tal crítica situación empresarial. Este plan de reestructuración se completó en febrero de este mismo año con la llegada a la dirección de la cadena televisiva de Fernando Quintela, que emprendió un necesario plan de ajuste de gasto que no resultó suficiente para impedir el cierre definitivo de la compañía mediática. "Certificada la inviabilidad del proyecto, tal y como había sido concebido por la anterior gerencia, solo cabía una dura pero profesional decisión: proceder al cierre ordenado del proyecto", añaden desde la empresa.
Así, los tres principales accionistas, los hermanos Alonso y de Quinto, han perdido en estos dos años los varios millones de inversión que habían aportado para la creación de esta televisión de extrema derecha, que ha acabado siendo un "proyecto fallido", tal y como ellos mismos lo califican en el comunicado.