El núcleo duro
En los ejecutivos de Sánchez hay una gran movilidad política. Sólo seis de los 42 elegidos desde 2018: Calviño, Ribera, Montero, Planas, Robles y Grande-Marlaska sobreviven en sus puestos

Madrid
El núcleo duro. Cuando han dado a conocer los nuevos ministros, el presidente de Gobierno ha pedido una década de ejecutivos progresistas para revertir los ajustes y recortes que hizo el Partido Popular. Una década es justo lo que te mandó Miguel Boyer al llegar al gobierno de Felipe González por primera vez. Pero en aquella ocasión era al revés. Exigía una década para hacer los ajustes necesarios. Esto es lo que ha cambiado. ¿Quién se acuerda hoy de que Pedro Sánchez tuvo un ministro de Cultura apellidado Rodríguez Uribes o una ministra de Sanidad como Carmen Montón? La memoria es breve, a pesar de que ha logrado que parezca que los retoques que hace a sus gobiernos son mínimos. En los ejecutivos de Sánchez hay una gran movilidad política. Sólo seis de los 42 elegidos desde 2018: Calviño, Ribera, Montero, Planas, Robles y Grande-Marlaska sobreviven en sus puestos. Teniendo en cuenta que en este lustro España ha pasado con el primer gobierno de coalición desde la República por una pandemia, un confinamiento, el estallido de un volcán, una guerra y un periodo de inflación sin precedentes para una generación, la experiencia es abrasiva. Sólo hace falta comparar las imágenes juveniles de cuando llegaron y las actuales.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...




