Los fabricantes ponen fecha de caducidad a los coches con etiqueta B
La patronal Anfac propone criterios homogéneos para que las zonas de bajas emisiones de las ciudades "favorezcan" la renovación de un parque automovilístico envejecido y contaminante
Madrid
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac) ha propuesto una nueva fecha para restringir el acceso de los vehículos con etiqueta B a los centros de las ciudades y otras zonas de bajas emisiones (ZBE). En realidad, lo que la patronal del automóvil plantea es ganar cuatro años a la publicación de las ordenanzas de movilidad que regulen esas ZBE en los municipios grandes (a partir de 50.000 habitantes), donde vive más de la mitad de la población.
Nuestro país aún tiene menos porcentaje de vehículos enchufables que la mayoría de nuestros vecinos europeos pero el ritmo de adopción de esta tecnología y la instalación de infraestructuras está acelerando
Los coches con etiqueta B, los de gasolina anteriores a 2006 y los diésel anteriores a 2014, podrían desaparecer a partir de 2027, si atendemos a los planes de la industria del automóvil, aunque es un punto de vista más relajado que el del Gobierno, que pretende, en línea con las recomendaciones de Bruselas, que los municipios tengan las restricciones listas ya en 2024.
Anfac reclama un calendario gradual que dé dos años más a los vehículos sin etiqueta y cuatro años más a los de la etiqueta amarilla (B). Su reivindicación se basa en la elevada edad media de los coches que circulan por nuestras carreteras: casi la mitad (el 47%) tienen más de 15 años de antigüedad y seis de cada diez (el 63%), más de 10 años. Además, se imponen los más contaminantes: el 62% de vehículos tienen etiqueta B de la DGT o no disponen de distintivo. Esos vehículos representan el 90% de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y partículas.
Veto a los contaminantes
En febrero, la UE dio luz verde a la prohibición de vender coches y furgonetas de gasolina y diésel a partir de 2035, con el objetivo de reducir el 55% de las emisiones para 2030. La regulación fija dos plazos para bajar las emisiones de los vehículos particulares:
- El primer objetivo de reducción de CO2 es del 55% para automóviles nuevos y del 50% para furgonetas nuevas de aquí a 2030 en comparación con los niveles de 2021.
- El segundo es del 100% para turismos y furgonetas nuevos para 2035, lo que proporciona un margen de maniobra suficiente a la industria para adaptarse.
Aunque la presión de la industria automovilística alemana forzó a Berlín a poner trabas al acuerdo, finalmente Bruselas y Alemania han logrado un pacto para sortear el veto a la prohibición de los motores de combustión, incluidos los de gasolina, diésel e híbridos, en 2035, si bien se ha aplazado sin nueva fecha.
Renovar el parque automovilístico
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (Anfac) ha presentado un modelo basado en criterios homogéneos para las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) con el objetivo de "avorecer" la renovación del parque automovilístico, mejorar la calidad del aire y acelerar el camino hacia la electromovilidad. Según la organización, las medidas presentadas por el director general, José López-Tafall, y la directora del Área Industrial y Medio Ambiente de Anfac, Arancha García, buscan "un modelo de movilidad propio, multimodal y sostenible".
"Nuestra propuesta pretende ser un modelo claro de mejora de la calidad del aire, pero también compatible con el vehículo limpio y el derecho de los ciudadanos a elegir libremente cómo desean moverse. No podemos construir un modelo de ZBE basado en una jerarquía antivehículos, algo que no es realista para las necesidades de los ciudadanos", aseguró el director general. En este sentido, los intereses de la patronal chocan con las tendencias regulatorias de muchas grandes ciudades europeas que llaman a promover el transporte público mientras se limita el privado como única receta para reducir la contaminación urbana.
Respecto al etiquetado, la asociación detalla que "hay que focalizarse en el parque circulante más antiguo, no en el etiquetado o con etiqueta B, para favorecer la renovación". Asimismo, indica que las etiquetas son "la herramienta más eficaz para categorizar el parque en función de su nivel de emisiones".
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Fomentar la etiqueta cero y eco
En lo que respecta a las flotas municipales, taxis y vehículos de transporte con conductor (VTC), la entidad propuso la renovación de las flotas o la aprobación de nuevas autorizaciones que fomenten la etiqueta cero y eco para esta tipología de vehículos. Para las flotas de transporte público y vehículos oficiales, Anfac planteó "que sean los primeros en dar el salto a la renovación acelerada a vehículos con etiqueta cero y eco".
"Consideramos necesario incentivar la movilidad compartida y recomendamos que se realice con vehículos con etiqueta cero para favorecer la eficiencia y la sensibilización ciudadana. Además, los vehículos comerciales ligeros deben de estar muy presentes en la configuración de las políticas locales ante el aumento del comercio online", destacó la entidad.
Finalmente, García subrayó que el papel de los municipios para acelerar este despliegue "es clave" debido a que "son y serán los grandes prescriptores de la movilidad". Asimismo, la entidad planteó también que las ZBE cuenten con una planificación y desarrollo de un mapa de infraestructura de recarga de acceso público para vehículos electrificados ligeros y pesados, así como el uso de bonificaciones en tasas o impuestos municipales que sirvan para favorecer la introducción de estos vehículos.