La guerra no ha detenido el uso de vientres de alquiler en Ucrania
La principal clínica de Kiev dedicada a este tipo de gestación reconoce que sigue funcionando a pesar de la invasión
Hasta la llegada de los soldados rusos, Ucrania era una de los principales destinos para quienes querían utilizar un vientre de alquiler sobre todo en el caso de parejas procedentes de España. Aunque no hay estadísticas oficiales, los cálculos de ONG's y estudios de universidades como la de Princeton, calculan que alrededor de 2000 bebés nacían en Ucrania por este método cada año y, de hecho, en el caso de parejas españolas, donde más bebés nacidos por gestación subrogada se inscribieron durante la pasada década fue en Kiev, por delante de California. Después de la invasión rusa acceder a cifras es todavía más complicado, pero lo que sí que es comprobable es que a día de hoy podemos iniciar un procedimiento en alguna de estas agencias para acceder a este servicio, que cuesta como mínimo unos 40.000 euros, en Ucrania. La iglesia ortodoxa ucraniana pidió hace un par de años al gobierno del país que prohibiera esta práctica, pero no ha habido ningún movimiento en ese sentido.
Una de las principales clínicas dedicadas a este tipo de gestiones en Ucrania, BioTexCom, que tiene sede en Kiev, ha confirmado a la SER que sigue funcionando a pesar de la guerra. Esta empresa tuvo que trasladarse a un búnker en las primeras semanas posteriores a la invasión, y aunque reconoce que los ataques rusos no han detenido su negocio, no dan detalles sobre cómo se garantiza la seguridad de las mujeres gestantes y de los bebés. No hay una explicación detallada de la situación en la que están las mujeres que, además, cobran como mucho la cuarta parte del precio total del procedimiento en un país donde hay zonas en plena guerra, problemas de acceso a la luz y al agua, y desplazamientos internos.
Las páginas web de varias de agencias que median en este tipo de contratos, nacionales e internacionales, siguen ofreciendo distintos paquetes incluso a pesar de la guerra. Tanto es así, que por ejemplo en una de ellas, la de Gestlife, con sede en Barcelona, podemos leer: "Nunca es un buen momento para empezar un proceso de gestación subrogada. Siempre sucede algo: la guerra civil, el derribo de un avión de una línea aérea civil por los rusos, (...) la pandemia que iba a durar 15 días, la crisis económica, ahora una guerra. Los padres que ante cada suceso han dicho “vamos a esperar a que se solucione” hoy siguen sin ser padres." Incluso entre ellas compiten por ver quién saca antes a los bebés de un país en pleno conflicto. Otras, como Interfertility, con sede en Madrid, sí nos han confirmado que han detenido su actividad en Ucrania con el inicio de la guerra.
Limbo legal
A esto se suma el limbo legal en el que pueden quedar los niños al sacarlos de Ucrania y ser trasladados a otros países. "La guerra de Ucrania puso en jaque la situación de las mujeres gestantes o que habían sido ya madres de niños destinados a otras parejas en otros países"; nos explica Almudena Olaguibel, especialista en Políticas de Infancia de UNICEF España. Recuerda además que en caso de desplazamientos forzosos por terceros países, esos niños y niñas pueden quedar sumidos en un limbo legal y son susceptibles de ser abusados o explotados.
La invasión por tanto da lugar a situaciones legales complejas, ya que una madre de alquiler que por ejemplo huyera de Ucrania y diera a luz en otro país se encontraría con otro marco legal distinto. Sin ir más lejos, los únicos países donde la gestación subrogada es legal como en Ucrania y comparten frontera con ella son precisamente sus dos enemigos militares actuales: Rusia y Bielorrusia.
¿Por qué Ucrania?
Ucrania es uno de los países donde la gestación subrogada es legal tanto con un pago como de modo altruista, pero además es una nación con una legislación más laxa que otras, ya que permite el proceso a personas de otros países. Eso sí, entre sus exigencias está que quien inicie el proceso sea una pareja heterosexual. Aún así, estudios como uno publicado en mayo de 2020 por la universidad de Princeton destaca que las madres de alquiler que han salido de Ucrania denuncian "un trato que incluye abortos forzados, abusos o falta de atención médica adecuada".
En el momento actual, la gestación subrogada retribuida está permitida en pocos países más allá de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, aunque sí es posible en varios Estados de Estados Unidos. Si el procedimiento es altruista se puede hacer en otros lugares como Australia, India o Canadá, mientras que está explícitamente prohibida en la mayoría de países europeos, entre ellos España, y cuenta con el rechazo del Parlamento europeo aunque no hay una regulación a nivel comunitario.
La gestación subrogada. Una realidad ya en Portugal
21:48
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...