Administración hostil

Madrid

Administración hostil. Una profesora de economía de la universidad, contaba en un tuit, todavía esta misma semana, los problemas que había tenido para establecer una cita con la Seguridad Social. "Lo sentimos", decía la respuesta oficial dada, "no existe disponibilidad en los próximos días para el servicio solicitado. No obstante, si lo desea, puede volver a intentarlo" Y ella se preguntaba impotente, "qué hacemos, dónde nos atienden?" El ministro de Inclusión y Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, inmerso en la batalla sobre la reforma de las pensiones, respondía implícitamente en una entrevista. Si alguien tiene una situación de urgencia, puede acudir directamente a las oficinas que se le atenderá. No es cuestión de urgencia. El problema no afecta sólo a la Seguridad Social, sino a otras áreas de la administración que se han quedado estrechas de recursos humanos, tecnológicos, organizativos ante una creciente demanda. Y aquí está la picaresca. Existe un mercado negro de citas y hay compradores de turnos. Se sabe que conseguir una cita para revisar la pensión cuesta unos 50 euros o que lograr otra para pedir asilo llega a 200 euros. La Administración no puede consentir convertirse en territorio hostil para los ciudadanos. Lo más irritante para la gente es que los procedimientos existan, pero no funcionen.