Detenidos dos espías rusos durmientes en Eslovenia

MADRID

El gobierno de Eslovenia ha esperado dos meses para informar de la detención en Ljubljana de Mayer Muñoz, dueña de una galería de arte online y Gisch, dueño de una empresa de nueva creación relacionada con la informática, que no tenían clientes que financiaran esos negocios y con documentación argentina ambos. Dice el gobierno que trabajan para el Servicio Oficial de Inteligencia de Rusia.

Con protesta incluida ante el embajador ruso en ese país, por desplegar espías, la pareja había sido arrestada en uno de los barrios mas conocidos de la capital, después de dejar a sus hijos pequeños en la escuela. Fue un artículo del diario británico 'The Guardian' el que desveló la historia denominándolos espías ilegales o dormidos, que llevan vidas aparentemente normales, alejadas de la diplomacia, o de los servicios consulares al tratarse de espías de élite, como si fuera una serie de televisión tipo a The Americans.

¿Quiénes son en realidad? Tienen documentación argentina, pero allí no los conocen, y hablan español pero castellanizado, según cuentan sus propios vecinos. Y sus hijos hablan el idioma de Don Quijote, al mas puro estilo manchego. Ellos habían elaborado una historia en la que explicaban que por la delincuencia callejera en Argentina, habían emigrado a Eslovenia hace seis años. Se comportaban de modo discreto, pero nunca hacían por intimar o acercar esa amistad.

Según un portavoz de la policía, los ahora detenidos “serían miembros de un servicio de inteligencia extranjero, que utilizaron documentos de identidad de otro país obtenidos ilegalmente para vivir y trabajar en Eslovenia con identidades falsas y recopilar información en secreto”.

Moscú habría aceptado extraoficialmente que Gisch y Mayer eran agentes de inteligencia y se estarían llevando a cabo negociaciones bajo la mesa con Moscú para intercambiarlos por una persona que actualmente esta presa en Rusia.

¿Qué son los agentes dormidos?

Los llamados agentes dormidos son práctica común rusa en el extranjero. De hecho, en Eslovenia otros dos espías rusos, Anatoly Chepiga y Alexander Mishkin, fueron descubiertos por las autoridades eslovenas en 2018, haciendo uso de identidades falsas que afirmaban que eran ciudadanos argentinos.

La historia de Chepiga y Mishkin es un ejemplo de cómo la agencia de inteligencia rusa ha trabajado para comprometer a países extranjeros. En respuesta, las naciones afectadas han aumentado sus precauciones en la seguridad de documentos y en la realización de verificaciones exhaustivas de los antecedentes de las personas que ingresan a sus territorios.

Se suele tardar de cinco a diez años construir identificaciones falsas, así que es el numero de esos agentes rusos, es pequeño, unos 30. Eslovenia es uno de los países europeos con los servicios de contrainteligencia mas precarios, y además al ser miembro de la zona Schengen, les permite moverse por el resto de Europa, sin apenas control.

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