Malasia abole la pena de muerte
En Asia, sigue existiendo la pena de muerte en Singapur, Indonesia, Tailandia, Vietnam y Birmania, que se aplica con la inyección letal, el fusilamiento o la horca
Madrid
Esta semana, el Parlamento de Malasia ha aprobado la abolición de la pena de muerte obligatoria, en una sesión donde la propuesta ha logrado la mayoría suficiente para salir adelante. Esta pena era aplicable en este país de Asia a 11 delitos, entre los que se encontraba el narcotráfico, el secuestro, el terrorismo y la posesión de armas. En el continente es habitual que se imponga la pena capital como forma de mostrar mano dura contra el tráfico de drogas.
Esta reforma modifica así el Código Penal que llevaba sin ser modificado desde que entró en vigor, hace ya más de una década. Pese a ello, desde hace cinco años, los jueces malasios han venido aplicando una moratoria para la ejecución de la pena de aquellos que fueron condenados a muerte.
En Malasia, hay actualmente 1337 presos en el corredor de la muerte que esperan su ejecución. Ahora, más de la mitad, podrán pedir una revisión de su sentencia para evitarlo, sobre todo los que han sido condenados por narcotráfico. La reforma de la ley establece que, en vez de la pena capital, se impongan condenas de hasta 40 años de cárcel para los once delitos aparejados. Este país era uno de los pocos de todo el mundo en el que aún se ejecutaba por ahorcamiento a los reos.
Mi vida en el corredor
El instigador de la reforma ha sido el actual ministro del Interior y Reformas Institucionales, Ramkarpal Singh, que ha librado una dura batalla para sacarla adelante. El ministro defendió en todo momento la inutilidad de esta condena en términos punitivos: "Dado que la pena de muerte es irreversible y lejos de dar los resultados deseados, no ha mermado los delitos ni ha servido de advertencia para otros delincuentes, es más que deseable un cambio".
La ley nueva no prohíbe totalmente que se condene y ejecute la pena capital, podrá ser impuesta por un juez en los casos más excepcionales y tras una decisión colectiva.
En Asia, sigue existiendo la pena de muerte en Singapur, Indonesia, Tailandia, Vietnam o Birmania, y puede tomar múltiples formas: la inyección letal, el fusilamiento o la horca. La mayoría de las sentencias que imponen la pena de muerte se refieren a delitos relacionados con el tráfico de drogas, una actividad criminal especialmente castigada en estos países, incluido Singapur, considerado uno de los más desarrollados de Asia.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con...