Shakira y sus hijos cogieron un vuelo el pasado sábado con el que ponían fin a una etapa de su vida: dejarán de vivir en Esplugas de Llobregat, una localidad a escasos 20 minutos en coche del centro de Barcelona, para trasladarse a Miami. Tras la separación de la cantante con el futbolista Gerard Piqué, ambos acordaron hace unos meses que ella podía trasladarse con sus hijos a Estados Unidos una vez que finalizaran las vacaciones navideñas. Al final esa idea se ha retrasado más de lo esperado por el estado de salud del padre de la artista. El jueves por la noche, los médicos de la clínica Teknon donde está ingresado explicaron que no podían operarle y fue entonces cuando Shakira tomó la decisión de mudarse con toda la familia a Miami. «Me establecí en Barcelona para darle una estabilidad a mis hijos, la misma que ahora buscamos en otro rincón del mundo al lado de familia, amigos y el mar. Hoy iniciamos un nuevo capítulo en la búsqueda de su felicidad», comienza un mensaje de despedida de la cantante en su Instagram que ilustra con una foto de la ciudad, presumiblemente tomada desde su casa en Esplugas, colindante a la de su exsuegra, como destaca en la canción con Bizarrap. Shakira aprovecha esa despedida para compartir también una larga lista de agradecimientos: «Gracias a todos los que surfearon junto a mi tantas olas allí en Barcelona, la ciudad en la que aprendí que sin duda la amistad es más larga que el amor. Gracias a todos los que allí me animaron, secaron mis lágrimas, me inspiraron y me hicieron crecer. Gracias a mi público español que me ha arropado siempre con su cariño y lealtad. Para ustedes solo un hasta luego y como decía tantas veces mi padre, ¡nos vemos en las curvas!», concluye. Las cámaras siguieron a Shakira y a sus hijos —Milan, de 10 años, y Sasha, de 8— hasta el aeropuerto. Allí la cantante se despidió con un «gracias» y lanzó un beso a los allí presentes. La idea es que los niños se incorporen en su nuevo colegio en Miami después de las vacaciones de Semana Santa. Según cuenta la agencia EFE, los responsables del colegio de Barcelona apoyaban el traslado ya que en los últimos meses los menores han mostrado signos de angustia por la presión de los paparazzi. La vida en Miami para un artista internacional es mucho más cómoda que en Esplugas, donde es muy difícil esquivar a la prensa. Shakira y Piqué comenzaron a salir poco después del Mundial de Sudáfrica en 2010. En 2013 nació su primer hijo y, según han precisado a EFE los abogados de la cantante, no fue hasta 2015 cuando estableció su residencia fiscal en Barcelona. La pareja anunció su ruptura en junio del año pasado y desde entonces ha dado mucho de qué hablar. Tanto, que la propia artista decidió sacarle rentabilidad y ha dedicado sus últimas canciones a esa relación. «Las mujeres ya no lloran las mujeres facturan», como canta en la sesión con Bizarrap, ya es parte de la historia de la música.