La coordinadora del último rescate de Médicos sin Fronteras: "Ha sido el más duro en el que he participado"

440 migrantes fueros rescatados este martes de una embarcación en el Mediterráneo. Los pasajeros, procedentes del norte de África, llevaban dos días atravesando graves dificultades. La ayuda humanitaria llegó de la mano del barco Geo Barents, de la ONG Médicos sin Fronteras. Sin embargo, las malas condiciones climatológicas impidieron una intervención inmediata. La operación de socorro duró más de 10 horas. La coordinadora del rescate, Anabel Montes, asegura que este ha sido el rescate más difícil en el que ha participado hasta ahora.

Actualmente, el Geo Barents se encuentra en travesía por el Mediterráneo central. El objetivo es desembarcar en las próximas horas. "Estamos yendo rumbo a Sicilia para desembarcar a 100 personas que nos han indicado las autoridades italianas a un barco de guardacostas italianos", ha explicado Montes. Tras este primer desembarco, el viaje continuará hasta Bríndisi, donde se pondrá a salvo a las 300 personas restantes.

Sobre el estado de los pasajeros, la coordinadora ha asegurado que "la mayoría están exhaustos con un estado de fatiga altísimo". Han sido cuatro días de travesía en alta mar y, durante las dos últimas jornadas la situación fue catastrófica. A las condiciones climatológicas, se les sumaron la precariedad de las instalaciones, así como la falta total de agua y comida. La situación era dantesca. "El estado mental también es bastante complicado", ha añadido.

“Iban en un pesquero viejo abarrotado de gente”

Por otra parte, las lesiones físicas son, en su mayoría, fracturas óseas. No obstante, durante la noche del rescate, hubo que evacuar en helicóptero a una persona. "Iban en un pesquero viejo abarrotado de gente", ha apuntado Marta del Vado. Así, la coordinadora del rescate también ha destacado la presencia de mujeres embarazadas y de menores en el pasaje.

"La suma de todos los factores hicieron una complejidad muy difícil de solventar", ha explicado Anabel Montes. La altura del barco pesquero, unos 30 metros, dificultó el acceso a los servicios de rescate para el desembarco. Y no sólo esto, sino que sus dimensiones impidieron que este fuese un buen lugar de refugio. El temporal avivó la brutalidad del mar. "Estuvimos con olas de hasta 3 metros y un viento de 27 nudos", ha asegurado la coordinadora. "Tuvimos puntos de peligrosidad muy grandes", ha añadido. El temor a que el barco volcase fue una constante durante todo el desembarco.

"Temíamos una situación mucho más dramática que por fortuna al final no pasó", ha revelado Montes. Más allá de las expectativas que las propias personas puedan tener sobre lo que les espera tras el viaje, la coordinadora del rescate ve importante subrayar el motivo que hay tras la determinación de emprender un viaje tan peligroso. "La propia necesidad de tener una vida mejor, hasta simplemente no tener miedo de perder la propia vida", ha reflexionado.

Las personas que se lanzan al mar necesitan auxilio. Las nuevas normativas impulsadas por la ultraderecha en algunas zonas de Europa dificultan las labores de rescate de las organizaciones civiles y humanas que, en palabras de Anabel Montes, "son las únicas que están cubriendo esa necesidad que no está siendo cubierta por parte de los estados".

Rafa Villasanjuan, ex-director general de la sección española de MSF, ha puesto el foco sobre las reuniones que tendrán lugar próximamente entre el presidente del gobierno español y la presidenta del gobierno italiana. Con ellas se abre la esperanza de que Europa comience a mirar de otra forma a este problema. "Nosotros decíamos nunca más, pero sin embargo dejábamos que todo eso ocurriera", ha recordado el periodista. No obstante, también ha demandado la necesidad de un cambio: "Si tuviéramos un marco real de inmigración favoreceríamos la políticas de rescate y salvamento de toda esta gente. Porque nos van a hacer falta".

Finalmente, la miembro de Médicos sin Fronteras ha destacado la importancia de atender a las personas en riesgo de vulnerabilidad, y ha remarcado que los rescates se hacen en situaciones de peligro. "En el momento en el que están en el mar, en peligro, pasan a ser personas náufragas", ha sentenciado.