Apostatar en España: sin datos oficiales y con un proceso relativamente sencillo
Hablamos con personas que han apostatado, o que lo han intentado, y con varios expertos en Derecho Eclesiástico sobre esta práctica que es más frecuente de lo que parece
Apostatar en España: sin datos oficiales y con un proceso relativamente sencillo
25:17
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1680808820395/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Los datos oficiales que recopila el Observatorio del Pluralismo Religioso, que depende del Ministerio de Justicia, apuntan a que un 64% de la población es católica. Diferente es que sean practicantes o incluso indiferentes. Hay a quien esa indiferencia o ese desapego se le hace insoportable y necesita "darse de baja" de la Iglesia Católica. Que conste en un papel que no quiere tener ninguna relación con la Iglesia en la que entró cuando recibió el bautismo. A eso se le llama 'apostatar'. En Hora 25 con Marina Fernández hemos hablado con personas que han querido apostatar, pero no lo han conseguido, con quien sí lo ha logrado y con amplios conocedores de cómo funciona la religión en nuestro país.
Patxi Calvo intentó apostatar en los años noventa. Fue con su certificado de bautismo y no pasó del despacho. "Estudié con los salesianos y acabé un poco cansado con lo que nos enseñaban. Cuando salí del colegio simplemente me daba igual y lo dejé. Cuando empezó el movimiento de apostasía quise hacerlo", señala. "Me dijeron que si estaba bautizado no me podía desbautizar. No lo he vuelto a intentar, pero algunos compañeros me dijeron que a partir del año 2014 ha sido más sencillo", dice Calvo.
Por su parte, Javier Roma sí consiguió apostatar. La gestión la hizo en la diócesis de Huelva. Inició los trámites en 2017 y al año siguiente consiguió el certificado de apostasía. "Cuando presenté la documentación, el notario de curia me dio una charla en la que me dijo que para él la Iglesia era todo, que no entendía cómo alguien podía salirse de la Iglesia. Sin más firmé los papeles", asegura.
Lo cierto es que oficialmente no hay datos sobre la cantidad de gente que decide apostatar. Hace 20 años el CIS comprobó que el 80% de los españoles se declaraba católico. "Yo decidí simplemente mantener una cierta coherencia entre mis principios de fe y el lugar en el que estaba inscrito. No quería estar en una institución que no me representa en absoluto", sentencia Roma.
Amelia Sanchís es profesora de Derecho Eclesiástico de la Univesidad de Córdoba. "En el año 2006 aparece una carta, que es el acto formal de defección, y eso facilita mucho todo. Las condiciones que deben darse es que primero ha de ser un acto voluntario, es decir, hago cosas que de facto implicarían una excomunión. La voluntad de apostatar además debe presentarse ante la Iglesia Católica", explica. Para apostatar hay que obtener una copia del certificado de bautismo y una copia del DNI. "Después se tiene una entrevista personal en la diócesis y ya está. En Madrid por ejemplo hay particularidades, porque ellos te envían una carta y debes rellenar el formulario delante de un notario", señala por su parte Juan Vera, impulsor de apostatar.org.
Juan José Tamayo es teólogo. "La apostasía no aparece en ninguno de los textos coránicos. A mi modo de ver estos textos son incompatibles con la práctica musulmana que prohíbe cambiar de religión y apostatar", señala. "En el caso de los protestantes no hay problema. El protestante que decide renunciar a la fe o desvincularse de la práctica religiosa lo hace con total libertad, no debe hacer ningún acto solemne. Yo creo además que es lo que hace la mayoría de personas católicas, salvo que deseen hacer una expresión pública de su decisión", apostilla el teólogo.