China y Francia defienden el control del armamento nuclear mientras Rusia justifica su despliegue en Bielorrusia

A la misma hora dos mensajes diferentes sobre el uso de armas nucleares de países que hasta el momento habían mostrado una notable sintonía desde el inicio de la invasión de Ucrania como son China y Rusia. Aunque Pekín es el principal valedor internacional del Kremlin en estos tiempos, este jueves han mostrado una posición totalmente distinta en una comparecencia que ha coincidido prácticamente en la hora tanto de Xi Jinping en China como del portavoz ruso Dimitri Peskov en Pekín.

Xi Jinping ha recibido a primera hora a Emmanuel Macron, quien visita Pekín hoy junto a la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen, y allí ambos han expresado la necesidad de no incrementar la proliferación nuclear y, sobre todo, de que este tipo de armamento quede fuera de la guerra de Ucrania. Macron de hecho le ha pedido al presidente chino que medie con Rusia para que frene su escalada bélica y ha reconocido que es difícil que ahora mismo se llegue a un acuerdo para una nueva estrategia global de seguridad por la guerra de Ucrania; acuerdo al que le ha instado Xi Jinping.

En paralelo, el portavoz del Kremlin ha justificado el despliegue de armamento nuclear en Bielorrusia. Aunque el despliegue de esas armas y de vehículos capaces de transportarlas lo ha iniciado Rusia antes de que Finlandia entrara de modo oficial en la OTAN, hoy Peskov ha culpado a la Alianza Atlántica de su propia decisión de incrementar la amenaza nuclear: "La Alianza se amplía en dirección a la frontera rusa, no es Rusia la que se acerca a la OTAN", ha dicho, "es un movimiento que nos preocupa y amenaza nuestra seguridad, por lo que debemos tomar medidas para reequilibrar la seguridad en el continente". Hoy precisamente se reúnen en Moscú Vladimir Putin y su homólogo bielorruso Aleksandr Lukashenko para tratar la guerra de Ucrania.