La escalada de violencia en Oriente Próximo va en aumento. Después de los continuos ataques que se están viviendo en los últimos días con enfrentamientos entre palestinos e israelíes, los dos atentados contra la población israelí en Cisjordania y Tel Aviv de este viernes, ha hecho estallar la tensión. El ataque en Tel Aviv ha dejado un turista italiano muerto y seis personas más han resultado heridas. Como consecuencia y para poner tratar de poner fin a la situación, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha ordenado la «inmediata» movilización de cuatro unidades de reservistas de la Policía Fronteriza para «enfrentar a los ataques terroristas». Las cuatro unidades, que empezarán su movilización el domingo, se unirán en Jerusalén y otras zonas del centro del país a otras seis que ya se encontraban activas debido al inicio del Ramadán, mes sagrado de los musulmanes, que suele ser un periodo de grandes tensiones y que este año coincide con la Pascua judía. Además, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado que el Ejército contribuirá con «recursos y tropas» a las actividades de la Policía en las ciudades. «Tras completar una evaluación de la situación operativa esta noche, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha instruido al estamento de Defensa la asignación de recursos y tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel para contribuir a las actividades de la Policía de Israel», ha informado una portavoz del ministerio en un comunicado, que ha precisado que la cantidad de tropas será determinada por miembros del aparato de seguridad. Gallant ha decidido además extender hasta el miércoles por la noche el cierre de los accesos a territorio israelí para palestinos desde Cisjordania ocupada y prohibir el acceso de palestinos desde la Franja de Gaza. «El cierre también incluye la cancelación de las medidas civiles que se aprobaron antes del Ramadán y la entrada de trabajadores a Israel», anunció Defensa, en referencia la relajación de requisitos de entrada a Israel para palestinos de los territorios ocupados en ocasión del mes sagrado musulmán de Ramadán. Más de 250.000 personas se han concentrado en distintos puntos de Israel en un nuevo sábado de protestas contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, en esta ocasión bajo un fuerte dispositivo policial tras dos ataques mortales este viernes. Las manifestaciones de este sábado marcan la decimocuarta semana consecutiva de protestas contra la polémica reforma, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería profundamente socavada. En este contexto, miles de israelíes han vuelto a concentrarse este sábado en ciudades del sur y norte del país, mientras que la manifestación central ha tenido lugar en Tel Aviv. Según los organizadores, unas 145.000 personas han asistido a la protesta en Tel Aviv, que se ha realizado en coordinación con la Policía por temor a nuevos ataques y ha comenzado con un minuto de silencio por las víctimas fatales de los episodios de ayer. Además de los carteles habituales con mensajes como «Democracia» y «No a la dictadura», algunos asistentes acudieron con pancartas que criticaban la gestión de seguridad del Gobierno y hasta ondearon banderas de Italia y del Reino Unido en alusión a la nacionalidad de las víctimas de un atropello presuntamente intencionado ayer en Tel Aviv. Dos hermanas israelíes han muerto y su madre se encuentra herida en estado crítico tras un asalto a tiros contra su vehículo cerca del asentamiento de Hamra, en el norte de Cisjordania, mientras que un turista italiano ha muerto y varias personas resultaron heridas después de que un sospechoso atropellase a la multitud con un automóvil en el paseo marítimo de la ciudad de Tel Aviv. Estos ataques se han producido como represalia a los asaltos en noches consecutivas de las Fuerzas de Seguridad de Israel a la mezquita Al Aqsa en Jerusalén, que se saldó con más de 400 detenciones. El máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, ha llamado este sábado al fin de la última escalada de la violencia en Oriente Próximo. Borrell ha condenado la violencia de todos estos episodios, derivados de la incursión de las fuerzas de seguridad israelíes de esta semana en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén en pleno Ramadán. «La UE condena los incidentes violentos que se han producido en los Santos Lugares y recuerda que debe preservarse el statu quo» de los mismos, según ha hecho saber en un comunicado publicado este sábado. En su nota, el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad trasladó su «total condena» al atentado de Tel Aviv, a «los ataques indiscriminados con cohetes contra Israel desde Gaza y Líbano» y ha condenado igualmente «sin reservas» el ataque terrorista en Cisjordania que mató a dos hermanas británicas-israelíes. «Israel tiene derecho a defenderse. Al mismo tiempo, toda respuesta debe ser proporcionada», ha declarado Borrell en nombre de la UE. «Pedimos el fin inmediato de la violencia en curso. Se debe hacer todo lo posible para evitar que el conflicto se extienda e instamos a todas las partes a ejercer la máxima moderación para evitar una mayor escalada y promover la calma durante las festividades religiosas en curso», ha concluido.