El papa habla de "Tercera Guerra Mundial" y pide diálogo entre Israel y Palestina durante el Domingo de Resurrección
Francisco I ha aprovecha su tradicional mensaje 'Urbi et Orbi' para suplicar también "paz" para Ucrania y "luz" para el pueblo ruso, así como para reclamar a los líderes mundiales que trabajen para poner fin a los conflictos mundiales
Madrid
El mensaje pronunciado este Domingo de Resurreción por el papa Francisco durante su tradicional bendición Urbi et Orbi volvió a tener los deseos de paz como mensaje central. Francisco pidió "ayuda" para el pueblo ucraniano que sufre los ataques del Kremlin, "luz" para la sociedad rusa y admitió su preocupación sobre los últimos episodios de violencia entre Israel y Palestina.
Ante unos 100.000 fieles reunidos en la plaza vaticana de San Pedro, el papa se mostró convencido de que se está librando una "Tercera Guerra Mundial" fragmentada en los distintos conflictos bélicos y sociopolíticos que hay por todo el mundo. El sumo pontífice pidió por ello para que la comunidad internacional sea capaz de poner fin a la guerra de Ucrania y los demás conflictos "que tiñen de sangre el mundo, comenzando por Siria".
Tuvo asimismo unas breves palabras para los problemas que se viven en su continente natal, Latinoamérica, al que se refirió para pedir por la situación que atraviesan los nicaragüenses, especialmente los fieles cristianos del país, con el régimen de Daniel Ortega.
El lugar central del discurso lo volvió a ocupar como el pasado año el pueblo ucraniano. Para los heridos y los que han perdido a alguien cercano como consecuencia de la guerra reclamó consuelo y para los prisioneros que están bajo arresto de Rusia que "puedan volver sanos y salvos con sus familias".
También dedicó parte fundamental de sus palabras al recrudecimiento el conflicto entre Israel y Palestina. Francisco ha reclamado a ambas partes "reclamar el diálogo" para mantener un "un clima de confianza mutuo y recíproco". El papa ha pedido la paz precisamente para el lugar donde la tradición dice que Cristo resucitó, Jerusalén, durante la Semana Santa.
Además, recordó a los 55.000 víctimas mortales y demás heridos que dejaron los terremotos que en febrero asolaron Turquía y Siria. Libia, Túnez, Haití, Etiopía, Sudán del Sur, República del Congo, Eritrea, Burkina Faso, Malí, Mozambique y Nigeria también tuvieron hueco en el extenso discurso.
Finalmente, en los instantes antes de conceder la indulgencia plenaria a los fieles presentes, suplicó consuelo para todos los "refugiados, deportados, presos políticos e inmigrantes".