La responsabilidad de intentarlo

Madrid

En estos momentos hay un barco con 400 personas entre las costas de Calabria y Malta que corre un serio peligro de naufragio. Según la agencia Reuters el gobierno de Malta le ofreció combustible y agua, pero se negó a facilitarle puerto y según varias ongs especialistas en rescates marítimos el pequeño mercante, abarrotado, estaba a punto de escorarse y hundirse. Quizás se consiga que la Guardia Costera de Italia llegue a tiempo de salvarles. El pequeño barco salió quizás de las costas de Libia con esas 400 personas, quizás asiáticos y africanos, que huyen de las cárceles y fortalezas en las que se les encierra, con ayuda del dinero de la Unión Europea. Pero es inútil. Nada puede impedir y nada va a impedir que lo intenten. Según la CNN, hay otro barco con más de 800 personas sin localizar también en el Mediterráneo. La única manera de evitar los naufragios y los cientos de ahogados que nos anuncian para esta primavera y verano es organizar sistemas de migración legal, que permitan racionalizar las llegadas, pero por ahora la Unión Europea ha fracasado estrepitosamente en poner de acuerdo a sus miembros. España, que presidirá la Unión, a partir de julio tiene la responsabilidad de intentarlo de nuevo.