La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha contestado este lunes al presidente del senado marroquí, Enaam Mayara, después de que afirmase que tanto Ceuta como Melilla son ciudades «ocupadas» por España que serán recuperadas por Marruecos «sin recurrir a las armas». Robles se ha referido a las palabras del político marroquí para asegurar tajante que no existe discusión posible sobre la españolidad de ambas ciudades autónomas. «Con absoluta y total contundencia, Ceuta y Melilla son españolas; no hay más que discutir», ha señalado en respuesta a las palabras de Mayara. La ministra, además, ha defendido que el Ejecutivo de Pedro Sánchez es «claro» en este asunto negando que exista «debate» alguno sobre la mesa. La propia ministra de Defensa ha dicho que ella misma se siente cuetí y melillense «porque me siento española», rechazando, sin embargo, entrar a valorar las «declaraciones de cada uno», en una clara referencia a las afirmaciones de Mayara. Esta ha sido la única reacción conocida hasta ahora por parte de algún miembro del gobierno a las palabras que pronunció el presidente del Senado de Marruecos durante un acto organizado por la rama femenina de su partido nacionalista. Su reivindicación sobre Ceuta y Melilla es uno de los elementos claves de su discurso nacionalista desde su fundación en 1944. El que es la cuarta máxima autoridad de Marruecos consideró ambas localidades están bajo «una colonización española» por lo que su formación política «no ha cesado ni cesará de hablar de colonización en las dos ciudades y de las posibles soluciones para recuperarlas». En su intervención, Enaam Mayara llamó a los ciudadanos marroquíes residentes en España a participar en la política nacional a través de las formaciones políticas como una forma de presionar en favor de los intereses de Marruecos. Para este dirigente que hombres y mujeres marroquíes formen parte de listas electorales y opten a un cargo público es una forma eficaz de «para ayudar a acercar las opiniones de los dos países y formar un lobby que ayude a defender todas las cuestiones vinculadas a la patria, Marruecos», en una aparente alusión al conflicto del Sáhara, tras el último giro dado por el gobierno de coalición.