Tener un trabajo ya no es suficiente para emanciparse: Ayuda en Acción alerta de las dificultades de los jóvenes

Sin medidas que lo eviten las dificultades de los jóvenes para emanciparse van a ir a más: el porcentaje de quienes viven con sus padres aumentará casi un punto del 46,8% a 47,5% en 2030 según un informe de Ayuda en Acción. Habrá más jóvenes sin poder irse de casa en un país donde la edad de emancipación ya es tres años más alta que la media europea - está en los 30 años - y a pesar de que las perspectivas económicas para ese periodo son buenas : se estima que el desempleo juvenil bajará hasta el 20% en 2030, ahora es de algo más del 30%. «Lo que estamos viendo es que la mejora del empleo no garantiza la posibilidad de emanciparse», explica a la SER Matías Figueroa responsable de programas europeos de la ONG. El documento elaborado por la organización refleja la involución de los datos de emancipación: «En 2021 el 46% de la población 25- 34 años vive con sus padres, son 10,6 puntos porcentuales más que en 2008. El porcentaje de jóvenes 20-24 años que vive con sus padres en España es 14,4 puntos superior a la media europea, cuyo diferencial crecen a los 21,4 puntos en el grupo de 25-29 años». El informe recuerda que los jóvenes sufren las peores tasas de temporalidad o precariedad laboral que no se han frenado a pesar de la mejora general: «Mientras que la temporalidad ha descendido 3,6 puntos en la población 20-64 años desde 2008, en las personas de 15 a 24 años ha crecido en 9,9 puntos y en las de 25 a 34 el aumento es de 3 puntos. Además, la tasa de tiempo parcial para las personas de 15 a 29 años es del 26,2% (de los cuales un 53,8% lo tienen por no encontrar un empleo a jornada completa), casi el doble que el indicador para el conjunto de España y 10,4 puntos más que el que tenían en 2008». Estas cifras suponen salarios más bajos e inestabilidad que dificultan iniciar un proyecto de vida en solitario o poder cumplir deseos como tener hijos - en el país con la menor tasa de natalidad de Europa -: «una abrumadora mayoría del 95% de las personas de 18 a 34 años manifiesta que quiere tener al menos un hijo o hija, sin embargo un 94% consideran que las parejas jóvenes priorizan otros objetivos antes que tener descendencia. De hecho el 78% considera que es muy importante lograr una estabilidad laboral antes que tener hijos o hijas, que choca con el tercio de juventud ocupada de entre 25 y 34 años tienen un contrato temporal», dice el informe. Junto a la precariedad del empleo el otro gran problema para poder emanciparse es la vivienda: el porcentaje de jóvenes propietarios ha caído del 60 al 30% en una década y para pagar la casa los jóvenes tiene que destinar, de media, entre el 35 y más del 40% de sus ingresos. El informe también recuerda como los jóvenes, junto a los niños, son el colectivo con mayor riesgo de exclusión social y mayores tasas de pobreza. «Mientras que en 2008 la tasa de AROPE de riegos de pobreza y exclusión social en la población de 16 a 29 años era del 22,8%, dato solo superiora en 1 punto porcentual respecto del 23,8% del conjunto de España. Desde entonces la brecha en este indicador entre la juventud y la población general ha crecido de forma constante llegando a su máximo en 2016 con un diferencial de 10 puntos mayor en la juventud. En 2021 la tasa AROPE en las personas de 16 a 19 años es del 33,5% frente al 27,6% del conjunto de España», se afirma en el texto. La ONG pide un pacto de Estado que considere este tema una prioridad y acabe por un lado con los empleos precarios y los trabajadores pobres con medidas como mejorar las políticas activas de empleo para los jóvenes, darles más financiación, acabar con el abandono educativo temprano o mejorar también la orientación para que puedan tener trabajos que les permitan independizarse y hacerlo antes. «Ver la vivienda como el acceso a un derecho», apunta también Matías Figueroa, «La solución del problema de la vivienda pasa por varios frentes: parque público de viviendas destinados al alquiler, crear bolsas de vivienda asequible, medidas para reducir la especulación y adaptar una política de vivienda a las particulares del territorio incluso a nivel de barrio». La ONG pide crear certidumbres a los jóvenes algo que influye directamente en la salud mental pero también en la forma en la que afrontan el futuro: «Tenemos que incidir en factores de seguridad y tranquilidad para los jóvenes en todo lo que tiene que ver con el estrés que genera no sólo la cuestión de emanciparse sino todas las limitaciones con las que se enfrentan los jóvenes al pensar en un futuro. Incertidumbres las justas», concluye el responsable de programas europeos, «revertiría el termino por generar escenario de mayor seguridad, tranquilidad y confianza para dar esos pasos».

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Un estudio de la ONG advierte de que el porcentaje de jóvenes que vive con sus padres aumentará casi un punto en 2030 si no se actúa

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