El papa Francisco revela que podría haber muerto a causa de sus últimos problemas de salud: "Creo que no lo hubiera contado"

Madrid

El papa Francisco reveló a su amigo Michele Ferri durante una conversación telefónica que cuando estuvo ingresado a causa de una bronquitis infecciosa llegó al hospital Gemelli de Roma "inconsciente" por lo que si hubieran pasado "unas horas más" podría "no haberlo contado", esgrimiendo que podría haber muerto.

El pontífice explicó a Ferri que lo pasó "muy mal" durante sus últimos problemas de salud que sufrió hace dos semanas en los días previos a la semana santa. "Había perdido el conocimiento", le dijo. Ante estos delicados detalles, Michele le respondió: "¡Nos diste un susto!".

El papa, que tiene 86 años, gozaba en apariencia de un buena salud cuando dirigió las celebraciones por la Pascua durante la pasada semana. El 29 de marzo, sin embargo, tuvo que ser trasladado de urgencia al centro sanitario romano recibiendo el alta hospitalaria tan solo tres días después.

Según afirmó este hombre, la voz de Bergoglio sonaba mucho mejor durante la conversación que mantuvieron el pasado sábado que en anteriores charlas como la del mes de enero, cuando le encontró "muy cansado". Ahora, sin embargo, ha asegurado que la voz del Papa "estaba en forma, era sonora y serena".

Michel Ferri está considerado una fuente fiable del entorno del Vaticano ya que, desde que asesinaron a su hermano Andrea a tiros hace casi diez años, el papa ha mantenido una relación muy cercana con su familia y nunca ha interrumpido sus habituales llamadas telefónicas nocturnas.

Andrea Ferri murió un 3 de junio de 2013 después de que uno de sus empleados asaltase el comercio que regentaba en la ciudad de Pesaro y acabase con su vida tras dispararle. Los Ferri han sido incluso acogidos en audiencia privada por el pontífice en el Vaticano.

La oficina de prensa del Vaticano ha restado en todo momento importancia a este episodio médico del que ahora se van conociendo más detalles. En un primer comunicado informaron de que el Pontífice se encontraba en el Hospital Gemelli para someterse a unos controles rutinarios previamente programados.