Oportuna Arrimadas

Barcelona

El Fondo Monetario Internacional ha dado otro espaldarazo a la economía española. Acaba de aumentar su previsión de crecimiento para este año hasta el 1,5%. No está nada mal, si se compara con nuestros vecinos: España crecerá el doble que Francia e Italia, casi el doble que la media de la zona euro e infinitas veces más que Alemania, que decrecería (eso que llaman crecimiento negativo) una décima. No está nada mal, tampoco, porque esa previsión es muy similar a las de la OCDE, la Comisión, el Banco de España y el panel de los analistas privados españoles.

O sea, que Inés Arrimadas, la líder declinante del declinante partido Ciudadanos, no ha tenido mucho sentido de la oportunidad al acusar al Gobierno de ser el “espantapájaros” de empresas e inversiones: justo lo contrario de lo que dicen los datos sobre inversión extranjera. El flujo de capitales exteriores a España ha alcanzado en 2022 hasta 34.178 millones de euros. A muchos la cifra, así a bote pronto, igual les dice poco. Pero no está nada mal. Es el segundo récord absoluto en treinta años, desde que en 1993 se inició el registro.

Negar la realidad no suele ser un buen consejo. Y menos en días así. Con Arrimadas ha coincidido el número dos del PP, Elías Bendodo, aunque sin metáforas. A cuenta de defender a Ferrovial, a la que el Gobierno ha advertido de que no existen obstáculos para que esa empresa cotice en Estados Unidos, lo cual está muy bien, y que para ello no necesita convertirse en empresa extranjera trasladando su sede a los Países Bajos. Ya se va viendo el patriotismo de algunos. Patriotismo holandés o el que sea, si es a su propio servicio.