Almudena Cid: "Llegué a pensar que dando un volantazo acabaría con el dolor. No me importa decirlo porque cuando estás así necesitas pedir ayuda"
La gimnasta, escritora y actriz cuenta en 'Hoy por Hoy' su proceso de sanación. "Los porqués de una ruptura sentimental no sirven para nada si no sabes qué hacer con ellos", explica.
Almudena Cid: "Durante mi ruptura sentimental nunca sentí ira, sólo una inmensa tristeza"
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Madrid
Hubo un momento en la vida de Almudena Cid (Vitoria, 1980), gimnasta de éxito, escritora y actriz en el que todo se derrumbó: se acabaron las certezas, las seguridades y los momentos que parecieron felices y sólidos, para dar paso a una negrura envuelta en una enorme incomprensión. Durante más de un año, "todavía estoy en ello", una inesperada ruptura sentimental tras 15 años de relación, sepultó planes, deseos y le obligó a mirarse a sí misma como nunca antes lo había hecho. Y nada puede que explique mejor ese estado de ánimo mortecino que cuando cuenta que conduciendo de camino al teatro en el que actuaba a diario en más de una ocasión "llegué a pensar que dando un volantazo acabaría con el dolor. Sé que esto que cuento es algo muy íntimo, pero no me importa decirlo en la radio porque quiero decir que cuando estás así necesitas pedir ayuda".
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"Caminar sin punteras" (Editorial Vergara) es el libro en el que lo cuenta todo, pero en el que todos los que busquen el morbo de lo que ocurrió entre una pareja conocida quedarán enseguida muy decepcionados. Fue un largo proceso en el que se planteó muchas cosas, en el que tuvo que aprender a pedir ayuda, valorar todos los sentimientos de la soledad y donde no todos los amigos sirvieron y otros, sin esperarlo, terminaron ocupando un lugar importante. "Los sentimientos más viscerales siempre estuvieron de puertas para dentro y la ira no fue una sensación que prevalió durante la ruptura, sólo hubo una inmensa tristeza", cuenta Cid.
Desde el principio tuvo claro lo que quería transmitir en el libro. "Escribir fue un ejercicio de sanación, si no lo hubiera escrito me hubiera quedado enredada en ese nudo, porque al final los porqués de una ruptura no sirven para nada si no sabes qué hacer con ellos". Y curiosamente su trayectoria deportiva como gimnasta en la élite del deporte tuvo mucho que ver en su crisis profesional. "Todo lo que me sirvió para superar los peores momentos de mi carrera deportiva es lo que me ha salvado de esta situación" y al mismo tiempo, reconoce que muchos de los problemas por los que atravesó su matrimonio vienen dados por actitudes heredadas de esa época. "He sido una persona que siempre ha antepuesto las necesidades de los demás a las propias, con el estado de ansiedad que eso me generaba. Tenía un impulso de no decepcionar, la necesidad de mostrar que era muy buena en el deporte, con las amigas, con las parejas", revela.
Una crisis personal que siempre tuvo una inevitable proyección pública y en la que diferentes medios de comunicación no dudaron en transmitir lo que sucedía o lo que creían que sucedía. "Muchos medios exhibían esta situación como un mero entretenimiento y una termina aceptándolo porque también lo ha visto en otros personajes famosos, sin darnos cuenta que estamos hablando de personas". En ese sentido la actriz recuerda con zozobra como "algunos medios enseñaron la fachada de la casa donde vivía provisionalmente cuando yo había pedido una orden de alejamiento contra un hombre italiano que me acosaba".
Asegura que ahora esta bien, "estable" y contenta porque "muchas mujeres y hombres después de leer el libro me han transmitido que su lectura les ha dado paz y tranquilidad".
Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo en La Ventana, A Vivir y ahora es redactor de Hoy...