Carolina Iglesias: "El año pasado pensaba en morirme habitualmente. Me daba alivio"
La cómica y protagonista de 'Estirando el chicle' relata en 'Buenismo Bien' el calvario psicológico que supuso para ella 2022, su año de mayor éxito profesional y habla claramente sobre sus planes: "Estoy hasta el coño de hablar. Quiero escuchar".
Carolina Iglesias, derecho a ser vulnerable
Madrid
"Lo que ves no es lo que hay". Esta frase de Quique Peinado a la audiencia durante la entrevista a Carolina Iglesias es un resumen perfecto de lo que pasaba en la vida de la cómica hace solo unos meses: vivía con 'Estirando el chicle' su momento de mayor éxito profesional pero atravesaba, al mismo tiempo, una depresión de la que todavía está recuperándose. Iglesias, la última invitada de 'Buenismo Bien', no se ha ahorrado detalles a la hora de hablar de su salud mental, de las señales de alarma y de cómo pedir ayuda es el primer cambio trascendental.
"No se puede tocar fondo cuando ya estás en el fondo"
"El verano pasado estaba en 0 y antes del verano también. O menos. No se puede tocar fondo cuando ya estás en el fondo. Era todo un poco lo mismo. Porque no me daba tiempo a disfrutar las cosas. No he reflexionado mucho sobre todo lo que ha pasado el año pasado, pero fueron muchas cosas para las que yo no estaba preparada. No es queja. Era parte del trabajo pero ni Vicky ni yo estábamos preparadas. Esa exposición tan grande, viajar tanto... Fue todo muy bonito porque es increíble ir a un sitio en el que te están esperando, pero cuando te sientes insegura intentas quitarle importancia para poder vivirlo bien pero al quitarle importancia te haces de menos...
"Yo pensaba en morirme como algo habitual. Me daba alivio"
"Yo pensaba como habitual en morirme y pensaba que lo pensaba todo el mundo. Un día se lo comenté a Susy, como cómplice, y me dijo: yo no pienso en morirme. Igual deberías contárselo a tu psicóloga. Yo no se lo contaba porque pensaba que la gente lo pensaba de verdad. Me daba alivio. Y cuando me hice cargo, en octubre, ahí fue cuando hice cambio. Y empecé a vivir las cosas de otra manera".
"Me pasé el verano muy controlada, porque las ganas de morirse iban a otro nivel. En octubre volví a tener una recaída y le dije a mi psicóloga 'no puedo más. O me arreglas o tal'. Y ahí empecé con la medicación. Tampoco quiero decir que la medicación me salvó, porque no fue lo que me salvó; la medicación tarda un mes o así en hacer efecto. Pero el día que pedí ayuda fue el día que empezó mi cambio. Fue reconocer que tienes un problema, hacerte cargo y empezar a avanzar. Estoy contenta porque siento que no tengo tanta dependencia de las pastillas, porque mi bienestar empezó antes'.
Hacer una temporada estando "en la mierda" y trabajar frente al público
"Toda la temporada pasada de Estirando el chicle la hice estando en la mierda. A ver, habrá días que no... pero es que no me acuerdo. El Wizink estaba contenta. Ese día fue el día más feliz de mi vida. Si me muero, me muero contenta. Pero no me quería morir ese día".
"Me da rabia porque al final es como que todo el mundo que hace cosas de cara al público está fatal de la cabeza. Y me da rabia porque es un trabajo increíble, somos afortunados de trabajar de esto y mi drama era que yo me sentía como poco agradecida por tener lo que tenía. Yo pensaba 'estoy así de mal, pero no cambiaría mi trabajo por nada del mundo'. De hecho, cuando yo empecé con las pastillas, mis representantes me dijeron '¿qué hacemos, paramos?' y yo dije 'ni de coña'. Bajamos el ritmo, pero yo no puedo dejar de trabajar porque me hace feliz. Lo que no me hace feliz a lo mejor es ir a cinco sitios el mismo día, pero es que eso al final no es culpa de nadie. Teníamos 'el chicle' por un lado, mis compromisos por otro, los bolos... Ni siquiera nosotras fuimos conscientes de que nos habíamos echado todo este curro encima. Ni siquiera era la mentalidad esta de mucha gente de 'aprovecha el momento'. Era un 'bueno, pues vamos'. No había un plan.
"Ahora estoy en un 7"
"Ahora tengo una mucho mejor relación conmigo misma y tengo una vida más tranquila, no como el año pasado. Y me he obligado, porque era o me muero de verdad o nos hacemos cargo de las cosas". "Ahora estoy en un 7. También es verdad que estoy medicada, tendría que verlo sin las pastillas, pero creo que sin las pastillas estaría bien, a lo mejor en un 5,5".
"Estoy hasta el coño de hablar"
"Yo estoy cansada de hablar. Estoy hasta el coño de hablar. No puedo más. Yo lo que quiero es escuchar, por eso quiero hacer entrevistas. Siento que estoy hablando mucho, me he cansado. Siento que estábamos hablando muchísimo, de todo. Cuando empezamos a hablar, no había tanta gente hablando. Ahora ya hay mucha gente saliendo. Lo que me apetece es escuchar y escribir. Y espero también que se lleve escuchar. Porque a veces no se escucha y me preocupa hacia donde gira esto.
Carolina Iglesias: "Me metía en el despacho de Paco para sentirme tan protegida como en casa"