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Ocio y cultura

Cuando la varita mágica de Harry Potter cambió la suerte del Sr. Pequeño y la Sra. Kraus

El Sr. Pequeño es realmente el editor británico Christopher Little. La Sra. Kraus, su contacto editorial en España. ¿Qué les terminará uniendo profesionalmente? La curiosidad de J.K Rowling

Harry Potter, el personaje que hizo que los niños leyeran por placer

Madrid

El pretérito pluscuamperfecto de 'Hoy por Hoy' ha viajado al 26 de junio de 1997, día en el que se publica la primera entrega de Harry Potter, el fenómeno editorial más importante de los últimos 25 años, con más de 500 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Pero ese 500 que tanto asombra fue en sus inicios más humildes, una primera tirada de medio millar ante las dudas de que algo relacionado con la magia pudiese triunfar en un mundo, el de finales de los noventa, en el que los niños soñaban con el futuro e internet.

J.K Rowling tenía entonces 31 años, se acababa de separar y era una autora totalmente desconocida, nos cuenta José Antonio Cordón, catedrático y profesor de la Universidad de Salamanca y coautor (junto a María Muñoz Rico) de "Los bestsellers y el caso Harry Potter". Comenzó a "escribir 'Harry Potter y la piedra filosofal' sin ninguna expectativa, como quien lanza una botella al océano". Y cuando lo termina, busca un agente literario en un directorio que había en la Biblioteca de Edimburgo. Al llegar a la letra "L" le llama la atención el apellido Little ("pequeño", en castellano). Tanto que decide que sería el agente ideal para un libro juvenil y lo llama. Christopher Little era realmente pequeño, no era uno de los grandes, pero acepta el reto y pone en marcha toda su maquinaria.

La agenda del Sr. Little contaba en la letra K la entrada de su amiga y editora Sigrid Kraus. Esta ciudadana alemana vivía en España, donde trabajaba con su marido Pedro Del Carril para la editorial argentina EMECÉ. Christopher la llama y le dice que tiene un manuscrito de un libro juvenil y le pide que lo lea para la posibilidad de que ella se encargue de la edición en español. Se trataba de la primera entrega de Harry Potter. Ella no tenía experiencia con este tipo de literatura, en su línea editorial solo tenían para niños "El principito". Ante la tesitura, se lo entrega a un especialista que se lo devuelve con un informe exhaustivo que se puede resumir con este mensaje, según nos cuenta Sigrid Kraus: "Es un libro antiguo, sin tecnología y con un lenguaje muy complicado y complejo para un niño. Se desaconseja su publicación".

Harry Potter y la piedra filosofal (1997), de J. K. Rowling

Tras el contundente informe, la editora guarda el borrador en un cajón y se olvida de él hasta que de nuevo se encuentra con el Sr. Little en Londres y le pregunta qué paso con el libro, que "Harry Potter" ya ha sido vendido para su edición inglesa a Bloomsbury y que está negociando también los derechos para la edición alemana. Sigrid le dice que no le interesa, que tiene un informe desfavorable. Little insiste, "léelo tú, déjate de expertos". De vuelta a Barcelona, Sigrid lo lee en el avión y siente que de nuevo vuelve a tener 10 años. Le parece maravilloso y le gustaría haber leído algo así cuando era una niña.

Al llegar a España lo comenta con Pedro Del Carril y deciden hacer una oferta a la baja, pero el Sr. Little, que ya se ve crecido, le pide una cifra muy elevada. Esto indigna a Sigrid. No entiende que un señor que lleva insistiéndole tanto con una obra que todavía no se sabe dónde va a llegar, ahora se descuelgue con unas cifras para ellos altísimas. Tenía claro que le daría un "no" rotundo, pero su marido le hace una pregunta crucial: "Esta señora (por J.K Rowling) ha dicho que hará siete entregas de Harry Potter. ¿Te imaginas que triunfa?". Ante la duda subieron la oferta y se quedaron con los derechos de Harry Potter para España, América Latina y Estados Unidos en español. Fue la mejor decisión de sus vidas.

Pero no fue todo tan fácil. Harry Potter ya triunfaba en todo el mundo, pero en España se resistía. La Sra Kraus le pide ayuda al Sr. Little. "¿Qué estamos haciendo mal? No lo entendemos..." El Sr. Little, que ya era muy grande, le contesta que "tranquila, esto es un fenómeno que funciona boca a boca, terminará triunfando".

Y así fue. Gracias a Harry Potter nunca nadie más se burló del apellido del Sr. Little. Y su suerte contagió al matrimonio editor de la Sra. Kraus y el Sr. Del Carril que, tras los éxitos de ventas de la saga, pudieron independizarse de EMECÉ y crear una editorial pequeñita, Salamandra, que fue creciendo gracias al mago y pudo apostar por otros proyectos literarios. Fue la varita de Harry Potter.

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Pepe Rubio

Redactor guionista de Hoy por Hoy. Llevo a antena...