La instagramer que no tiene piedad con los influencers: "Mendigan en Instagram para que les regalen cosas, yo a eso lo llamo Mendigram"
Lorena Macías, creadora de la cuenta 'Hazme una foto así', recopila en Hora 25 las mayores extravagancias sobre las influencers que ha encontrado en Internet
Las entrevistas de Aimar | Lorena Macías (Hazmeunafotoasí)
17:19
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1681323216854/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
La creadora de contenido Lorena Macías, más conocida como @hazmeunafotoasí en Instagram, ha explicado en Hora 25 que nunca ha revelado su rostro porque de hacerlo su integridad física quizás podría correr peligro si se cruzara con alguna de las influencers cuyas vergüenzas destapa a diario. “A la gente no le interesa mi vida ni mi cara sino la manera en que les cuento las cosas”, afirma. Y de qué manera las cuenta. El perfil @hazmeunafotoasi, actualmente cuenta con 269.000 seguidores y sigue creciendo. La cuenta y la comunidad que ha generado surgieron de manera muy espontánea, asegura Lorena Macías. “Yo trabajaba en publicidad, en creatividad, y con la pandemia me quedé en un ERTE, estaba en casa todo el día y empecé a hacer memes por pasar el tiempo sin ninguna pretensión", asegura. Subió y subió memes, sátiras e incluso denuncias sobre comportamientos reprochables de influencers hasta que "todo explotó" y "un montón de medios se hicieron de su trabajo". Así empezó todo.
Lorena Macías asegura incrédula que muchas veces la burbuja del mundo influencer para ella es como “un influrrealismo mágico”. “Con tanta pose ridícula y tanto look estrambótico una ya no sabe si lo que está viendo es fruto de su imaginación”, comenta sorprendida. Pero no todo son fotos forzadas y conjuntos extraños. “Es que hay influencers que te están diciendo en redes que acaban de descubrir en ese momento un producto que les encanta y resulta que al mirar su perfil en Vinted o de Wallapop ya estaban vendiendo ellas en tiempo real ese mismo producto”. En ese sentido, Lorena Macías confía más en la calidad de los productos que venden influencers con una comunidad de seguidores reducida antes que los que patrocinan quienes tienen millones de seguidores. “Sabes que hoy te venden un producto y mañana te van a vender los de la competencia”, explica @hazmeunafotoasí.
Unos productos, en ocasiones, de dudosa fiabilidad. “Hace un año unas influencers anunciaron una crema que te hacía crecer el culo y el pecho, y lo hicieron mirando a cámara con total impunidad”, recuerda. Además cuenta que lo patrocinaban con una excusa aparentemente sencilla: “Yo, influencer, me llevo poniendo esta crema un mes y mira que pecho tengo”, ironiza Macías mientras revela que estas influencers a menudo no reciben ni un toque de atención desde las redes en las que patrocinan o venden estos productos. Una de las pocas ocasiones en las que se ha intervenido ha sido gracias a que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), explica Macías, sancionó a 7 influencers por promocionar unos supuestos leggins anticelulíticos que prometían unos resultados milagrosos sin evidencia científica que corroborara el pretendido efecto sobre los usuarios. “En la mayoría de los casos no llega a nada, aunque hay jurisprudencia y se pueden enfrentar a penas”, resume @hazmeunafotoasi.
Más información
Pero hay más. Lorena Macías da una vuelta de tuerca a esos patrocinios de productos en el mundo influencer porque asegura que las marcas pagan a estas influencers para que hagan publicidad de sus productos, ellas reciben el dinero de las marcas pero luego en sus sitios web personales o en plataformas de compra-venta ellas mismas venden esos mismos productos que patrocinaban para otros. Y se les puede encontrar en estas páginas buscándolas por el nombre de sus perfiles en Instagram u otras redes. No se esconden. “Economía circular de toda la vida”, bromea Macías.
Las influencers venden, sí. Pero es que explica la creadora de contenido, para su propio asombro, que también “mendigan” por redes. A ese material, @hazmeunafotoasí le llama “Mendigram”, mendigar por Instagram para que marcas y emprendedores te regalen cosas. “Hay veces que preguntan a sus seguidores si conocen algún sitio en Madrid dónde vendan tartas”, porque como explica Lorena Macías con sorna “encontrar un sitio donde vendan tartas es dificilísimo”. El concepto “mendigram” concluye cuando esas mismas influencers, normalmente al día siguiente publican en sus cuentas en redes sociales “que sus amigos de tal pastelería le acaban de mandar una tarta, un yogur o cualquier otra cosa”, asevera.
Lorena Macías se toma estas costumbres influencers con humor, y no duda en satirizar sobre las mismas en su perfil, pero en su cuenta también hay espacio para el debate serio porque no todas estas tendencias pueden tomarse a broma. Cuenta Macías que la semana pasada comentó en Instagram el caso de una joven que acababa de cambiarse el color de los ojos utilizando una cirugía muy arriesgada. “Muchas de mis seguidoras me han pasado artículos de personas que se han quedado ciegas con el paso del tiempo tras la operación de ojos en Estados Unidos y en Argentina”, denuncia. Es una cosa muy seria que se promociona sin tener en cuenta las implicaciones para la salud.
Llegados a este punto, @hazmeunafotoasí recuerda que “hay miles de niñas que no tienen capacidad crítica para darse cuenta de que lo que ven en los perfiles de estas influencers no es más que un teatro de cartón piedra y ahí todo deja de tener gracia”.