Loles León: "La pasión te puede llevar al desequilibrio total o a la gloria, pero hay que pillar la buena"

Madrid

Hubo una noche donde Loles León acudió a una fiesta en casa de Jane Fonda y al encontrarse con la hermana de Jacqueline Kennedy se puso a besarla "como si fuese de la Barceloneta". Y así, en su plena esencia, a la cantante Cher le dijo que le gustaban los chulazos y que ella también se operaba. La artista internacional se fue enfadada, aunque luego se perdonaron.

Loles León se encuentra inmersa en las grabaciones de la nueva temporada de 'La que se avecina', donde interpreta el papel de Menchu, una señora que convive con su hija obesa en casa y, por otro lado, con las tramas que surgen con sus vecinos de comunidad. En uno de sus ratos libres, ha visitado el estudio de 'Hora 25' para charlar con Aimar Bretos sobre las grabaciones, su larga trayectoria profesional y los sex shops.

"En los rodajes son muchas horas y muy intensas, pero son muy buenos, porque hay tranquilidad de que se trabaja sin presión. Entre nosotros los egos nos los vamos calmando, porque hay veces que debes bajar el nivel", ha explicado la actriz. A pesar de ello, Loles ha confesado ser "muy marimandona". "Estoy preguntando todo el día y están todos un poco hasta el gorro de mí. En dirección soy muy de preguntar a la ayudante, a la directora... Pero nos tiene muy por la mano y no nos hacen ni caso", ha explicado.

Y en plena grabación, ella no es "de esas actrices" que hacen sugerencias, sino que se deja hacer "lo que quieran". "Menchu (su personaje en 'LQSA') es un 33% cada uno, así nos complementamos muy bien y por eso sale muy ligerito. Hay muchos capítulos y a veces tenemos un margen de tiempo y hay que ir: pum, pum, pum. Me parecen los guiones maravillosos y puedes trabajar con un mal guion, no es este caso, pero si te toca pues haces por darle una vuelta", ha explicado.

"Nunca he llegado a estar hasta el gorro ni odiar a ningún personaje. Si es un guion que no me gusta, puedo estar trabajando y pienso que puedo sacarle jugo. A veces puedo pensar que tengo ganas de que acabe el proyecto, porque sabes que no va a trascender, pero a veces existen las sorpresas, de repente suena la flauta y te quedas boquiabierta", ha afirmado la actriz. "Tengo que tener fe en mí, yo confío mucho en mí y que voy a poner todo. Puede estar el director o directora, pero la carita y la voz es la mía y soy yo la que hace las cosas", ha añadido.

Una trayectoria llena de "entusiasmo, entrega e ilusión"

Definir la trayectoria de una artista como Loles León es un tanto complicado. Para ella, estos 55 años tienen un denominador común: "El entusiasmo y la entrega, la ilusión que le pongo a todos los personajes, la alegría de que te den un personaje, que todo es redondo, te gusta el director, el guion, los exteriores... Todo me viene bien", ha confesado. "El equipo me encanta, los jefes de sonido, los aspirantes, auxiliares... Todo me gusta mucho. Mi profesión me gusta mucho y da sentido a mi vida. Luego en un momento dado cuando se levanta una a las cinco menos cuarto de la mañana te cagas en todo, pero cuando estás en el proyecto tienes muchos nervios", ha explicado.

"Soy muy disfrutona, me gusta la vida y creo que es importante vivirla a tope y vivirla a conciencia, metiéndote en todos los charcos. No esquivo ningún charco, no sé hacerlo. Cuando estoy hasta arriba digo: '¿Cómo me he metido hasta aquí?'. Lo que más me gusta es buscar la fórmula de salir del embrollo", ha confesado a Aimar Bretos.

Según ella misma, es una "zafarrancho de combate, muy nerviosa, impetuosa y apasionada". Pero eso sí, para Loles "las pasiones son nefastas". "La pasión te puede llevar al desequilibrio total o a la gloria, pero hay que pillar la buena. Me he comido muchos marrones, pero aquí estoy. Ahora que tengo 72 años, me están tocando unos trabajos y unas situaciones tan buenas", ha explicado.

Una actriz que se sienta siempre detrás del conductor en la furgoneta

¿Dónde se sienta Loles León en la furgoneta cuando se va a llevar una función por España? "Siempre detrás del conductor, soy muy miedosa. Me siento ahí siempre, mis compañeros lo saben y nunca duermo en nada de lo que se menea. Cantamos, cuento batallitas de estos 55 años de profesión, nos reímos de lo que ha pasado en el bolo, de los fallos en el escenario con los que me he cagado en todas sus estampas, pero luego nos reímos".

A sus 72 años, León no piensa en parar porque no sabe hacer nada más. "Me puedo poner a trabajar donde sea, he servido copas, he fregado casas y he sido administrativa, pero me entró el gusanillo del teatro y lo di todo", ha recordado. "De pequeña, mi padre me llevaba con cinco años a bailar. Me hizo unos zapatos de tacón a medida y yo ya soñaba con esto. Entonces, cuando estás aquí y eres conocida, yo creo que sería una dicotomía si me mostrase antipática o indiferente cuando me piden una foto. Me parece lo más normal del mundo", ha admitido.

Sobre su mítica canción, la artista ha querido reivindicar que las personas de 70 años también tienen "la vida sexual organizada". "Si no puede ser de carne y hueso, la tenemos de silicona. Mi hermana y mi cuñado son 80 y pico y no paran, le he regalado esencias de las sex shop porque tiene más vida sexual que yo. Y yo tengo varios: me regalaron el primer satisfyer, pero ahora tengo cosas más sofisticadas".