Mónica Cruz: "Me alegran mucho más los éxitos de mis hermanos, Penélope y Eduardo, que los míos propios"

Madrid

Mónica Cruz (Alcobendas, 1977) sostiene que la música y los olores son las únicas formas que los seres humanos tenemos de recuperar el paso del tiempo. Quizás por eso, la mediana de una familia que suena a cine, música y baile, nos propone, junto a la música de Camilo Sesto ("Mi padre ponía a todas horas sus canciones en casa. Por eso me las sé de memoria y me gustan tanto"), regresar donde empezó todo para ella y su hermana Penélope: la peluquería de su madre. "Nos encantaba estar allí, observando. Gracias a ese lugar descubrimos el universo femenino".

Precoz en el talento, bailarina enamorada, agradecida eterna a Joaquín Cortés, con cuya compañía recorrió el mundo y llenó estadios de fútbol; entusiasta de "Upa dance. Un paso adelante", la serie que le dio la oportunidad de bailar e interpretar y no menos satisfecha con el regreso de la serie donde volverá a interpretar de nuevo a Silvia Jauregui, aún antes que la danza y el poder del cine, Mónica descubrió el insustituible poder de la familia. "Somos una piña y la verdad es que sólo concibo la familia como un entorno muy unido. Cuando me preguntan, como sorprendidos de que todos nos llevemos tan bien, yo siempre digo que lo raro es lo contrario". Y es en ese punto cuando un ejemplo lo explica todo, cuando apela a las paellas familiares, las que "No hace nadie", porque en realidad las encargan para que su madre no tenga que hacerlas.

De esa pasión familiar surgen los comentarios cuando habla de Penélope y Eduardo, sus hermanos. "Yo sé que en algunos momentos la figura de mi hermana Penélope, por comparación, puede haberme puesto piedras en el camino, pero la verdad es que me da absolutamente igual. No se puede competir con ella, es imposible. Penélope, que tan difícil lo tuvo, que se marchó sola a otro país, sin apenas conocer el idioma y que ha triunfado de esa manera sólo puede suponer para mí la demostración de que el trabajo lo puede todo". Y apunta convencida: "Yo me alegro mucho más de los éxitos de Penélope en el cine y de Eduardo en la música que de los míos propios, la verdad. Cuando me pasa algo bueno a mí, digo, vale, bien, a otra cosa... Pero con ellos... Y eso que a veces Penélope se pone en plan hermana mayor y tengo que pararla", comenta divertida en broma.

Y de ese espíritu unificador del gran clan Cruz a la inevitable referencia a su hija, a la maternidad. "Ser madre fue mi sueño desde muy joven. Siempre lo quise cumplir y me daba igual de la forma que fuera", porque, insiste, "lo único importante es hacer las cosas con el corazón. La maternidad es un mundo maravilloso, no lo cambiaría por nada, y una hija te pone muy claras las preferencias".

Y con la música de Camilo Sesto Mónica Cruz se marcha a otra parte, orgullosa de su pasado, esperanzada en lo que está por llegar y seguramente deseando poder celebrarlo cuanto antes con una paella familiar.