Luis Rojas Marcos, psiquiatra: "En Estados Unidos es normal ver anuncios en la tele con personas muy sonrientes tomando antidepresivos"
"Es muy duro el sentimiento de fracaso en un suicidio, el no haber podido interferir en la autodestrucción de esa persona", dice el reconocido psiquiatra en Hora 25
Luis Rojas Marcos
Madrid
Lorazepam, Diazepam o Paroxetina son palabras que, en la actualidad, resultan cotidianas para muchas personas. Los antidepresivos y los ansiolíticos ya no son un concepto lejano para la ciudadanía. La salud mental, tampoco; el problema ha entrado de lleno en el debate público en los últimos años. "Ahora se habla mucho de salud mental, pero todavía hoy dentro de la medicina la salud mental no se considera tan importante como la cardiología o la cirugía y, al final, es el obstáculo más importante que se interpone a la hora de buscar ayuda", dice el psiquiatra Luis Rojas Marcos en Hora 25 con Aimar Bretos. "La salud mental es la única parte de la salud que tiene un estigma".
Y ese estigma, dice el especialista, es menor en el caso de los medicamentos para tratar los problemas. "El tema de la medicación tiene menos estigma que el problema en sí. Aprendemos que hay antidepresivos y medicinas para dormir y para la ansiedad. Son medicamentos que están anunciados por las empresas farmacéuticas, y la promoción hay que tenerla en cuenta a la hora de ver su uso. En Estados Unidos es normal ver anuncios en la tele con personas muy sonrientes tomando antidepresivos".
Rojas Marcos tiene hoy 79 años y lleva más de media vida viviendo en Estados Unidos. Continúa siendo profesor en la universidad y sigue publicando libros. El último es 'Estar bien aquí y ahora', de HarperCollins. No piensa parar porque, dice, la curiosidad le impulsa a aprender, a preguntar y a investigar. "Es un elemento motivador del día a día", explica. "He tenido energía desde muy pequeño, de hecho en la infancia y la adolescencia era un problema, se reflejaba más en la hiperactividad y en las distracciones".
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Lo que no se mantiene intacto es la memoria. "La memoria decide lo que vamos a recordar y con el paso de los años notas que empieza a perder estabilidad. Es importante mantenernos activos y mantener las relaciones con las personas con las que podemos hablar, disfrutar y compartir", dice Rojas Marcos, que cree que es fundamental mantener "la importancia de los amigos" para no encontrarse solo cuando uno llega a la última etapa vital.
"Con la edad, el pasado adquiere una importancia enorme. Yo me paso más tiempo pensando y soñando con lo que he vivido que con lo que voy a hacer. El pasado adquiere una importancia emocional. Por eso es fácil emocionarse muy fácilmente cuando piensan o recuerdan o vuelven a vivir momentos que les recuerdas esas situaciones emotivas de su vida. Tiene que ver con la importancia del pasado a menudo que el futuro pierde sentido", explica el psiquiatra, que entiende la memoria como un elemento que no sólo guarda datos, también los va modificando. "La memoria cambia los recuerdos y lo hace en general para acomodarse a lo que queremos recordar. La memoria nos ayuda olvidando: gracias al olvido pasamos página, perdonamos y en parte es porque la intensidad de la situación que vivimos va cambiando. La memoria es muy útil en ese sentido".
¿Uno puede superar todas las adversidades?
Rojas Marcos responde que sí. "Todas las adversidades se pueden superar. Y no es el dolor y el sufrimiento en sí lo que nos ayuda a superarlo. Es el esfuerzo que hacemos para superar esas adversidades". Pero enfocar la salud mental como algo individual (la idea de 'lo importante es que yo esté bien') no significa que estemos ayudando a construir una sociedad egoísta, dice el experto. "El preocuparnos de nuestro bienestar no quiere decir que implique olvidarse del bienestar de nuestras personas queridas o del resto del mundo. De hecho, parte del bienestar viene de esa sensación de conectar o de ayudar a otras personas. Está demostrado que las personas que ayudan a otras duermen mejor".
¿Y él, que se dedica a ayudar a las personas, qué siente cuando no puede ayudar a alguien? "Uno se siente mal, pero llega momentos en que no puedes ayudar a alguien. (El suicidio) es un fracaso. Es muy duro para el médico el sentimiento de fracaso, de no haber podido ayudar a alguien, de no haber podido interferir en la autodestrucción de esa persona".
Hoy en día corre por las redes la expresión "Si no ha ido nunca al psicólogo no te lo folles", como para advertir a una persona de que si otra no ha hecho el ejercicio de autoexaminarse no merece la pena porque debe de tener el ego por las nubes. ¿Todos tenemos que ir al psicólogo? "Todos, no. Lo que sí es útil tener en cuenta, primero, que tenemos un problema. Y esto no es tan frecuente. El segundo paso es tomar la decisión de hacer algo para superar el problema. A veces lo podemos hacer nosotros mismos, contándoselo a un amigo, a un profesor o a nuestra madre. El paso de pedir ayuda es muy importante".
El propio Rojas Marcos reconoce que tardó en darse cuenta de que él, como profesional de la salud mental que es, arrastraba un trauma a raíz del 11-S. Él era el director de salud y hospitales públicos de la ciudad de Nueva York en el momento del atentado terrorista que cambió el mundo. Cuenta que "como no hubo heridos, el impacto fue mental, emocional, y enseguida empezamos a tener grupos". Y ese trabajo le afectó. "De alguna forma no le presté atención al trauma que yo tenía por lo que había vivido y lo que había visto. Me di cuenta de que tenía un trauma tras el 11-S cuando una señora me preguntó: ¿usted, doctor, qué tal está?".
Víctor Olazábal
Subdirector de Hora 25. Antes fue corresponsal...