Lunes de aguas

Madrid

No los recibían exactamente con esta celebración. Era una orgía al aire libre, a orillas del río, con el mundo borracho. Yo no he estado en un Lunes de Aguas en Salamanca, ni ya voy a estar nunca, pero estoy seguro de que la tradición ha variado un poco. Lo suficiente. Lo necesario. Me hace gracia la figura de ese sacerdote que las llevaba y las traía en su barca, al pasar la barca me dijo el putero. Hay un asunto interesante que es habitual: ¿debe celebrarse una fiesta que tiene un origen así? Mi política respecto a las fiestas que unen a la gente es que deben celebrarse, sea cual sea su origen, contar ese origen cuando se pregunta por él y saber, y esto es fácil, que el siglo XXI no es el siglo XVI. Y que después del rey Felipe II, tan casto, tan sobrio y tan poco dado a placeres terrenales, hubo en España reyes que, si se encontrasen en Salamanca lo que se encontró Felipe II, probablemente la única medida que tomasen sería exiliarse allí.