Pablo Iglesias: "Yolanda lleva siendo cargo público desde 2003. Es una política profesional con mucha solvencia. Ha negociado dinero, listas y sillones"

La cuenta atrás para las elecciones generales avanza mientras la grieta entre Podemos y Sumar se va haciendo cada vez más profunda. En lugar de ir progresando, en busca de un entendimiento como ambas partes proclaman que desean, sus actos dicen todo lo contrario. La distancia entre ambas formaciones, y por ende entre sus líderes, es palpable en cada una de sus declaraciones. El último episodio ha ocurrido este domingo, cuando la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha arremetido sin filtros contra los morados y, especialmente, contra Pablo Iglesias, ex secretario general de la formación. Les acusa de tener poca disposición en la búsqueda de un acuerdo y de pedir unidad «a torta limpia». La respuesta ha llegado este lunes de la mano de Ione Belarra, según afirma, su compromiso de unión «está fuera de toda duda». Y entonces, ¿por qué no hay ya un pacto? Iglesias, en el Ágora de Hora 25, insiste en que son discrepancias por el proceso de primarias. Las tiranteces entre ambos llevan sucediéndose meses, desde que Díaz comenzó su proceso de escucha, aunando a distintas formaciones de izquierdas por toda España y creando un perfil propio, alejándose de Podemos. Desde el primer momento, y ante las incógnitas de en qué se convertiría Sumar, en Podemos le pedían claridad, unidad y luego, respeto. En el Ágora de Hora 25 del pasado 7 de noviembre, el exvicepresidente le recordaba que fueron ellos los que impulsaron su figura dentro del Gobierno y ahora no entendían su actitud. A todo eso, la también ministra de Trabajo respondía dando largas sobre el futuro del proyecto, hasta que ella considerara, e insistiendo en que no era de nadie. La tensión saltó por todo lo alto cuando Díaz por fin se postuló como próxima candidata a las generales. «Quiero ser la primera presidenta de nuestro país», promulgó el pasado domingo 2 de abril, ante un auditorio abarrotado en el que la única ausencia entre las fuerzas más a la izquierda del PSOE era la de los morados. Desde ese día, los mensajes públicos entre ambos se han intensificado y todos van en la misma dirección. Ambos piden entendimiento, unidad, pero no la consiguen. Mientras tanto, airean ante todos sus diferencias. Díaz remarca que no tiene «ni tutelas, ni tutías» y no teme ir sin Podemos, aunque no sea lo deseable, a las urnas. Los morados, que insisten en estar totalmente abiertos a esa coalición, le avisan de que otros, como ya hiciera Íñigo Errejón, intentaron ir en solitario y naufragaron. La pugna entre ambos parece estar enfocada a un aspecto clave: la celebración de unas primarias para elegir el líder de la misma, a las que Díaz, según dice, no se niega. En su última entrevista en Lo de Évole este domingo, Díaz abordaba esta cuestión en profundidad. Lo primero que lamentaba es que no hubiera ido nadie de Podemos a su presentación y, luego, criticaba especialmente el hecho de pedir unidad a «torta limpia». A su juicio, esto acaba calando en el electorado, que se «deprime» y, aunque luego te des «la mano», el daño ya está hecho. También tuvo tiempo para hablar de la figura de Iglesias, al que considera que sigue «archipresente» en la formación, a pesar de que lleve oficialmente fuera de la misma casi dos años. Insiste, eso sí, en que no está ni peleado con él ni con nadie, aunque haya cosas que no le han gustado. Sobre este tema, ha hablado Iglesias en el Ágora de Hora 25. Lo primero por lo que Aimar Bretos le ha preguntado a Iglesias ha sido por el papel predominante que Díaz critica en la entrevista. El exvicepresidente ha afirmado que él hace lo que su secretaria general, es decir, Ione Belarra, le pide y es estar presente en los medios porque, según dice, exceptuando en La SER y en medios catalanes, a Podemos no se le da voz. Sobre esto, sostiene: «Yo estoy a disposición de mi secretaria general, por mucho que algunos moleste lo que puede decir no me pienso callar. Creo que es una cosa buena para mi partido». A su juicio, se está muy acostumbrado a que en los principales medios se den «hostias a Podemos», más que a cualquier partido de izquierdas, y ha afirmado que incluso le han vetado direcciones de algunos espacios en los que le habían propuesto. «Que a algunos les moleste que haya una persona en medios que defienda a Podemos, nos parece insensato», decía en referencia a las palabras de Díaz. Sobre el posible voto de Díaz a la líder de Más Madrid, Mónica García, que la propia vicepresidenta deslizó en la entrevista con Évole, a Iglesias le parece bastante claro que va a votar a Más Madrid y afirma que le parece bien. A su juicio, la sinceridad es «un valor en política» y no entendería que un candidato oculte el sentido de su papeleta. «Es un ejercicio de honestidad y transparencia», algo, que insiste, hay que agradecerle a Díaz. Iglesias ha insistido en que no concibe la idea de que Sumar y Podemos vayan en papeletas distintas en las próximas generales: «Me parece una locura». Ha remarcado que ninguna de las dos formaciones tiene que quitarle peso a la otra, ni intentar cambiarla, porque, ha reiterado, «es evidente» que no son iguales. Como muestra de ello, ha explicado que Díaz que es «una mujer muy brillante e inteligente» no arremete contra los poderes mediáticos porque sabe que poner «a los actores en contra» puede conllevar «la pérdida de votos». Algo que no ocurre con Podemos, porque a Belarra, detalla, no le tiembla el pulso para arremeter contra los poderes y decir «la verdad», aunque eso implique «que la presión y la violencia mediática se redoble». El problema entre Sumar y Podemos y el motivo por el cual, según Iglesias, aún no han llegado a un pacto es el proceso de primarias, que demanda Podemos y que, según la versión del exvicepresidente, Díaz se niega a celebrar. «Si el problema no son las primarias, ¿cuál es el problema?». «Creo que sería sensato que hubiera un acuerdo electoral mediante primarias y, ojo, yo creo que esas primarias las gana Sumar, con los apoyos mediáticos que tiene, pero, hombre, que por lo menos decida la gente». Remarca Iglesias que por esta cuestión no fueron a la presentación de la plataforma, porque la única condición que pusieron para asistir es que aparecieran Belarra y Díaz juntas asegurando que habría primarias y no fue posible. Sobre el perfil de Díaz, recuerda que «es cargo público desde 2003, ha sido concejal, diputada regional, portavoz… y es una política profesional con mucha solvencia y cuenta con una amplia experiencia. Ha negociado dinero, listas y sillones». Y, sobre el peso de los candidatos, remarca: «Esa parte es consustancial a la política y no podemos hablar a la ciudadanía como si fuese menor de edad. Claro que cualquier candidato está preocupado por las listas, porque a todos le gusta tener un grupo parlamentario lo más afín posible. Los partidos tienen muchos defectos, pero hay algo peor que los partidos, que no haya partidos». Iglesias no duda en afirmar que entre Sumar y Podemos «hay diferencias muy legítimas» y añade: «Pero cuando llegue la hora de hablar de dinero, te garantizo que quién negocie en nombre de Yolanda, especialmente si es Vendrell, que es un viejo cuadro que viene de las Juventudes Comunistas y una larga carrera, será un perro de presa que negocie hasta el último euro de cómo se firma la coalición. Pero hay elementos democráticos en el funcionamiento de los partidos que han favorecido la participación de la gente en estos procesos. En Podemos puede participar cualquiera. Solo hace falta registrarte en la web e inscribirte». El ex secretario general de los morados ha querido explicar lo que propone Podemos que es «dejar a un lado los inscritos de los partidos» y que se abra «un censo nuevo, que se inscriban y que sean ellos los que determinen algo tan básico como quienes son sus representantes políticos en las instituciones». Reitera que esto da lugar a resultados de líderes inesperados por el aparato: «Creo que es sensato hacer una propuesta así y los partidos políticos se merecen respeto. Sobre todo cuando tienes carnet de un partido y llevas décadas ocupando cargos públicos. Eso es precisamente lo que te hace valiosa y útil para determinadas responsabilidades».

Pablo Iglesias: "Yolanda lleva siendo cargo público desde 2003. Es una política profesional con mucha solvencia. Ha negociado dinero, listas y sillones"

Sobre las críticas de Díaz a que el exvicepresidente del Gobierno esté "archipresente", ha remarcado que no se piensa "callar por mucho que moleste lo que pueda decir"

Webs de PRISA