"He llegado a asearme en un gimnasio": un guardia civil destinado a Ibiza vive en una furgoneta porque no puede pagar el alquiler de un piso
Le han pedido hasta 800 euros por una habitación en un piso compartido con una cama de 90 cm
Un guardia civil en Ibiza, forzado a vivir en una furgoneta: "He llegado a asearme en un gimnasio"
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Madrid
Jorge es guardia civil y le han destinado forzosamente a Ibiza, donde trabaja en el aeropuerto. Ha llegado hace poco a la isla y reconoce que está "asombrado" con los precios de los alquileres: "Son inviables para nuestro sueldo, es imposible". Cuenta en Hora 14 que una habitación es lo máximo que he llegado a encontrar que podía pagarse: "Estamos hablando de una habitación con cama de 90 cm por unos 700-800 euros". De momento, ha tomado una decisión: "Es vergonzoso decirlo pero vivo en una furgoneta".
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La Guardia Civil tiene pabellones para la mitad de la plantilla destinada a la isla y están intentando es conseguir suelo para poder construir nuevos. Mientras, Jorge tiene tres hijas y está en una lista de espera para optar a alguna de esas viviendas pero, según le han dicho sus compañeros, puede llevarle "4 años o más".
La Asociación Independiente de la Guardia Civil ha pedido a la Dirección del Cuerpo un plus para los destinados allí pero de momento esa ayuda no llega. Jorge vive en su furgoneta camperizada: "He llegado a asearme en un gimnasio porque he ido a preguntar y me lo cedieron pero por vergüenza no he vuelto a ir. Repongo el agua de una gasolinera —que he dado con una que no me cobra porque hay algunas que sí— y después me busco un descampado, para asearme en la furgoneta", explica.
Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado la ley de la vivienda consensuada por ERC y Bildu. Además de fijar un tope a la subida de los alquileres en España, la norma va a convertir en vivienda social 50.000 inmuebles que ahora mismo están en posesión de la Sareb, el llamado "banco malo".