El policía nacional abatido por la Guardia Civil en Burgos estaba siendo investigado por narcotráfico
El agente fallecido fue detenido hace un mes en una operación antidroga y desde entonces estaba fuera del servicio y se le retiró el arma
La Guardia Civil abate a un agente de policía nacional investigado por narcotráfico
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Madrid
La unidad de Asuntos Internos de la Policía llevaba investigándole desde hace tiempo porque sospechaban que podía forma parte de una organización criminal dedicada al narcotráfico. De hecho, según confirman a la SER fuentes policiales, el agente fallecido, de 46 años, fue detenido hace un mes en una operación antidroga en Ferrol. Se llamaba Oscar Piñón Casal, era policía desde 2000 y estaba destinado en el departamento de Seguridad y Calabozos de la comisaría de Lonzas (A Coruña).
Desde entonces estaba fuera del servicio, se le retiró el arma, pidió una baja psicológica e inició los trámites para dejar el cuerpo y dedicarse a otro trabajo. Según fuentes policiales, Asuntos Internos no llegó a tener muy claro cuál era el grado de participación que tenía en la organización criminal de narcos. De hecho, después de detenerle hace un mes, quedó en libertad porque los indicios que tenían contra él no era muy sólidos.
Este martes se presentó en la comisaría coruñesa en la que estaba destinado y, en un descuido, entró en los vestuarios, forzó la taquilla de otro agente y robó su pistola. Después se dio a la fuga. Se inició el operativo para encontrarle y este miércoles, tras parapetarse en su coche y disparar contra Policía y Guardia Civil, recibió un impacto de bala que ha acabado con su vida.
Tiroteo en Burgos
El policía nacional, investigado por Asuntos Internos y al que se había retirado el arma, ha fallecido esta madrugada en un tiroteo con agentes de la Policía y la Guardia Civil que iban a detenerle en una gasolinera en Villagonzalo Pedernales (Burgos). Según la Delegación del Gobierno de Castilla y León, sobre las 4:00, el fallecido comenzó a disparar sobre agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que intentaban detenerlo y al repeler el ataque alcanzaron con sus disparos al agente que se había parapetado detrás del vehículo que conducía.
Los efectivos, tres patrullas de la Guardia Civil y dos de la Policía Nacional, habían acudido hasta la gasolinera del municipio burgalés después de que el Centro Operativo de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Burgos fuera alertado por la Policía de que este hombre armado se dirigía a Burgos por la carretera A-231. Tanto la Guardia Civil y la Policía Nacional trataron de interceptarlo antes de su llegada a la ciudad burgalesa pero hizo caso omiso y disparó sobre ellos.
Continuó su huida hasta una estación de servicio cercana, en la localidad de Villagonzalo Pedernales, donde se produjo un segundo tiroteo que concluyó con su muerte. Aunque se produjeron varios impactos de bala en los vehículos oficiales, ninguno de los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de servicio resultó herido, según la Delegación del Gobierno.
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