España crea un grupo para luchar contra la financiación de la proliferación de armas de destrucción masiva
El Departamento de Seguridad Nacional confía en que esté operativo a lo largo de 2023. Se integrará en el Comité Especializado de no proliferación de armas de destrucción masiva (CENP)
Imagen de un yihadista captada por los servicios de inteligencia del CNI / Javier Bañuelos
El inventario de cabezas nucleares que actualiza cada año el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo confirma que, hasta la fecha, en todo el mundo hay 12.705 cabezas nucleares, de las cuales, al menos, 3.732 están desplegadas. Esa amenaza latente se ha visto amplificada por culpa de la invasión rusa en Ucrania porque “se ha bloqueado la arquitectura internacional de no proliferación y desarme”, según admite el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
Por ese motivo, en la reciente reestructuración del CNI (Centro Nacional de Inteligencia), para adaptarse a la nueva realidad geopolítica, el servicio de inteligencia español ha decidido fijar como uno de sus frentes más importantes acabar con la contraproliferación de Armas de Destrucción Masiva. Los esfuerzos del CNI se centran sobre todo en el control de las exportaciones, los tránsitos de productos y las tecnologías conocidas como ‘de doble uso’, es decir, material químico que puede ser utilizado para otros fines diferentes al deseado, como armas químicas.
El CNI interviene siempre que se vulneren acuerdos internacionales o la legislación española y siempre que la seguridad de España se vea amenazada. Una de esas actuaciones se produjo hace pocos años en Siria, “una fuente nuestra recogió muestras en una zona de combate donde se sospechaba que se utilizaron armas químicas”, relata el director de inteligencia del CNI. Aquellas muestras recogidas por un infiltrado del CNI se remitieron a la Unidad de Defensa Biológica del Instituto Tecnológico ‘La Marañosa’ - que depende del Área de Defensa Nuclear, Biológica, Química (NBQ)- y confirmaron que los restos recuperados contenían trazas de “gas sarín, un potente gas nervioso, cuyos efectos neurotóxicos son letales”. El director de Inteligencia de los servicios secretos españoles confirma que uno de los ámbitos más importantes del trabajo del CNI en este frente es “establecer con detalles cuáles son los países que están desarrollando armas no convencionales, quiénes forman parte de ese selecto club que tienen capacidad nuclear”. Para ello, entre los más de 3.000 agentes del CNI que están en activo, una buena parte de los que están desplegados en las 72 misiones internacionales, se dedican a rastrear cualquier amenaza “nuclear, bacteriológica, química y por supuesto el desarrollo de misiles”, añade el director de Inteligencia del CNI.
Ese trabajo se ve reforzado con la actividad que realiza el Comité Especializado de no proliferación de armas de destrucción masiva (CENP), que da un soporte directo al Consejo de Seguridad Nacional. Durante 2022, el CENP ha celebrado varias reuniones donde se ha aportado información interministerial a otros departamentos como el Grupo de Trabajo Operativo de Biocustodia y el Grupo de Interceptación. Como resultado de ese análisis, se ha propuesto la creación de un nuevo grupo de trabajo que se dedicará a luchar contra la financiación de la proliferación de Armas de Destrucción Masiva, que podría estar operativo a lo largo de 2023.
El Gobierno de España también trabaja para la puesta en funcionamiento de la Comisión Nacional de Biocustodia, un equipo que complementará el trabajo que realiza el Grupo de Trabajo de Interceptación que ha impulsado las reformas normativas necesarias para facilitar la interceptación de material susceptible de ser utilizado para la proliferación de armas de destrucción masiva, a través de la Ley Orgánica 14/2022, de 22 de diciembre. Además, están diseñando un nuevo protocolo de actuación en el que se facilite la coordinación de los distintos cuerpos de la administración en caso de en puertos españoles por riesgo de existencia de material sospechoso en tránsito.
Durante 2022 se produjeron tres alarmas reales en los puertos españoles tras detectarse contenedores que podía almacenar material radiactivo, en concreto dos en Algeciras y otra en Bilbao. Según el Departamento de Seguridad Nacional el riesgo en todos los casos se calificó como “bajo”.
La amenaza de Rusia y China
No solo Rusia ha dado la espalda a la comunidad internacional violando las garantías de seguridad acordadas en el Memorandum de Budapest (1994), con el que se comprometía a entregar las armas nucleares soviéticas emplazadas en su territorio – trabajo que inspeccionaba la Unidad de Verificación de las Fuerzas Armadas-, otros países como China también han “intensificado su activismo contra los regímenes de control de exportaciones, que constituyen un elemento esencial de esta arquitectura, a la vez que sigue resistiéndose a participar en negociaciones de desarme efectivo, mientras que incrementa la cantidad y calidad de su industria militar y, en especial, de su arsenal nuclear”, según se alerta en el informe anual del Departamento de Seguridad Nacional. Incluso otros estados como Corea del Norte, a lo largo de 2022, también han incrementado la actividad en las instalaciones nucleares de Yongbyon, en especial en lo relativo a la producción de plutonio.
Javier Bañuelos
Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de...Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de la información sobre Interior y Defensa. Soy diplomado en la L promoción curso de Altos Estudios de la Defensa Nacional del CESEDEN. Antes trabajé en el equipo de Radio Madrid, al frente de la cobertura de la política madrileña y en la sección de Sociedad. Vivo en la SER, trabajo en Madrid.