Un Sant Jordi masivo, caluroso y diverso
Barcelona se llena con público local y visitantes que han aprovechado el festivo para comprar libros y rosas tras años de restricciones
Es el Sant Jordi más masivo que recuerdan los barceloneses. Tras años de restricciones por la pandemia y tras el mal tiempo del año pasado, que generó pérdidas y destrozos en editoriales y librerías, este 23 de abril de 2023 ha sido todo un éxito de participación, de temperatura y de variedad en las ventas y eso que coincidía con la Feria de Abril, con el Barcelona Film Fest, la final del Torneo Godó de Tenis y el patrido del Barça en el Cam Nou contra el Atlético de Madrid.
La novedad este año era la "superilla literaria", un epicentro en Barcelona, una superficie peatonal creada el año pasado, que abarcará un espacio total de 154.000 metros cuadrados, equivalente a unos 22 campos de fútbol, entre el distrito de Gràcia y las Ramblas. Por allí se han congregado autores como Elisabeth Benavent, cuyas lectoras aguardaban a la sombra sentadas horas antes de su llegada a las firmas. Lo mismo ocurría desde bien temprano con otra escritora superventas de nuestras letras, Dolores Redondo, o escritoras internacionales como Alice Kellen, con una de las colas más largas de todo el día. “La última vez que firmé este día todo el mundo iba con mascarilla”, recordaba la autora de Esperando al diluvio. Para estas autoras, el Sant Jordi es siempre una sorpresa. Camila Lackberg comentaba lo impresionante que era esta celebración, donde se regala un libro y una rosa y donde los lectores consiguen encontrarse con sus escritores favoritos.
Mucho nombre internacional este año. A estas dos autoras se ha sumado John Boyne, el autor de El niño con el pijama de rayas, fenómeno editorial de 2008 que ahora ha regresado con otro libro, Todas las piezas rotas. Frente a los fenómenos internacionales, los pequeños superventas locales, los escritores catalanes Xavier Bosch, Gemma Ruiz y Marta Orriols, de los más vendidos y solicitados en las distintas paradas y librerías de la ciudad, no solo en el epicentro de Sant Jordi, también en espacios más alternativos como el barrio de Gràcia o Arco del Triunfo, donde las pequeñas editoriales buscaban promocionar sus libros.
Una de las anécdotas del día la han protagonizado dos autores veteranos como Javier Cercas y Fernando Aramburu, que firmaban de la mano de su editorial, Tusquets. Ambos luchando por llegar a tiempo a las convocatorias en las diferentes casetas ante la muchedumbre que dificultaba el traslado de un lugar a otro. “Personas muy amables, buen tiempo, muchas firmas y me han regalado una flor, así que estoy encantado”, decía Aramburu, que reconocía que le había costado ir de un puesto a otro de firmas porque había una gran masa de gente. Al ver que se retrasaba diez minutos, su compañero en la mesa de firmas y de sello editorial, Javier Cercas le reprochaba en broma: “Has sido capaz de llegar más tarde que yo”.
En otra caseta, también atendía a sus lectores un veterano como Eduardo Mendoza, que con su pluma ia dedicando ejemplares de Transbordo en Moscú, el último título que ha publicado, como su famosa novela Sin noticias de Gurb, que sigue estando entre los libros más populares. Otro veterano, Enrique Vila-Matas, rotulador en mano, iba firmando sus autógrafos en varias de sus novelas, también la última, su regreso Montevideo. Junto a los veteranos, la nueva generación de escritoras, como Rosario Villajos, Marta Jiménez, Lucía Lijtmaer, Sara Mesa, Luna Miguel.
La gente y las cámaras de televisión se arremolinaban en frente de famosos e influencers, otro de los fenómenos literarios en alza, gracias a la televisión, YouTube o Tik Tok, la red social que ha sabido cómo dar cabida a la literatura. Ángel Martín, Sandra Barneda, Jorge Javier Vázquez eran los rostros más buscados del día. Junto a La Chica Bona, Vilma Montoliu, Maria Speacks English o Dulcinea.
Pero, sin duda, uno de los fenómenos del día, ha sido Pedro Almodóvar. El director manchego ha sido la estrella de Sant Jordi firmando su libro de relatos El último sueño, publicado por Reservoir Books. También otros cineastas como Carla Simón, firmaba el guion de Alcarràs. David Trueba y Rodrigo Cortés firmaban también sus últimas novelas y Albert Serra su ensayo Un brindis per Sant Martirià.
Poco podía imaginar el escritor y editor valenciano Vicent Clavel que su propuesta de Día del Libro, que vio materializada por primera vez el 7 de octubre de 1926, acabaría 97 años después en Barcelona atrayendo a multitudes, tanto de autores de libros diversos como de lectores capaces de todo por un autógrafo, una rosa -también hay récord de venta de nuevo- y un selfi, el signo que define los nuevos tiempos.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...