No llevaban móviles, sino revólveres
Recuerden, los malos que perseguían al encantador E.T. no llevaban móviles, sino revólveres
No llevaban móviles, sino revólveres
Madrid
Revisar los textos de novelas o cuentos para suprimir palabras que no casan bien con lo que algunos llaman “nuevas sensibilidades” es una idea pésima, pero factible. Se puede cambiar la palabra “gordo” en los cuentos de Roald Dahl, como se ha hecho ya, o quitar una línea entera de una novela de Dashiell Hammett en la que el detective encienda un cigarrillo. La cosa está más difícil en el cine, porque quizás se puedan cambiar algunos diálogos, pero no parece que exista forma de impedir que el protagonista de una película se emborrache o fume como una chimenea.
Desde luego habría que tirar a la basura la serie entera de comedias que interpretaron Myrna Loy y William Powell, junto con un perro llamado Asta, allá en los años 30 y 40 del siglo XX, porque no hay una sola secuencia en esas películas, la que la pareja no esté bebiendo alcohol o fumando. Pero algunas cosas si se pueden cambiar y se está haciendo. Steven Spielberg, por ejemplo, dice que está muy arrepentido de haber dejado que en las últimas versiones de su famosísima E.T. los perseguidores del adorable extraterrestre ya no lleven pistolas sino 'walkie-talkie'. “Fue una tontería, nunca debí haberlo permitido”, confesó hoy en un periódico británico. Spielberg hace ahora campaña para que no se toquen las películas antiguas. Recuerden, los malos que perseguían al encantador E.T. no llevaban móviles, sino revólveres.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL...