"Todos son conscientes de que es un malgasto": el dilema de la propaganda electoral

Las elecciones municipales y autonómicas están cada vez más cerca. A falta de un mes para que llegue la fecha señalada, la clase política empieza a preparar la escena. Pronto los buzones comenzarán a llenarse de propaganda política. Los partidos buscan el voto de los ciudadanos. Y lo hacen con su mejor sonrisa, con su dentadura más blanca y con su voz más firme. Buscan confianza a partir de promesas. Sin embargo, la posibilidad de que estas últimas se cumplan es incierta. El hartazgo electoral es una realidad. Y los datos lo demuestran. Un millón de españoles han decidido borrarse del INE y apuntarse a la campaña 'No en mi buzón' para evitar recibir propaganda electoral en sus domicilios, esta cifra se ha multiplicado por diez en los últimos cuatro años.

Con respecto a la campaña 'No en mi buzón', el consultor experto en comunicación electoral, Luis Arroyo ha asegurado que hay que considerar varios factores para entender esta situación. La desafección es sin duda uno de ellos. "España es uno de los países más desafectos con la política", ha comentado. La desconfianza hacia los partidos políticos es una tendencia clara que ha ganado fuerza durante los últimos años.

No obstante, también hay que considerar la cuestión climática. La conciencia ambiental en España es cada vez mayor. "Los envíos postales de propaganda es la prehistoria de la comunicación electoral", ha comentado Arroyo. Antes no había alternativa al correo postal, pero ahora hay otras muchas vías que explorar. "También ahora es mucho más fácil apuntarse a una lista, esto también hay que tenerlo en cuenta", ha mencionado.

"Creo que la propaganda electoral es bastante positiva"

Ahora bien, las razones que explican el envío de propaganda electoral a los buzones apuntan al sentido de la igualdad. Es decir, se trata de una medida que pretende asegurar la igualdad de los votantes en el acceso a la información electoral y el derecho de las distintas opciones políticas a hacer llegar sus candidaturas también en igualdad de oportunidades. "Creo que la propaganda electoral es bastante positiva", ha valorado Arroyo. De este modo, el experto destaca la capacidad de estas herramientas para poner en valor el programa de los partidos, así como el interés de estos últimos por las necesidades de la ciudadanía.

Sobre la utilidad de los envíos postales, el experto apunta que esto es algo muy difícil de medir. No existe este nivel de precisión en las herramientas de análisis. "Hay gente que decide su voto de una manera bastante tardía, incluso en la última semana de la campaña electoral" ha asegurado el experto. Por ello interesa llegar a los votantes indecisos, "los partidos matan por medio punto. Y es normal, a veces por muy poquito se decide un escaño", ha explicado Arroyo. "Yo tengo constancia de que les importa mucho la propaganda electoral", ha confesado.

"Tendrá que ser el Congreso el que lo haga"

"Todos son conscientes de que es un malgasto pero nadie se atreve a ser el primero en decir 'Yo renuncio’" , ha sentenciado Arroyo. En este sentido, si al final se decide cambiarlo "tendrá que ser el Congreso el que lo haga", ha apuntado el experto.