Golosinas y niños: una relación en crisis por las alergias y la preocupación por el azúcar
Tomás García, vendedor de golosinas durante más de 40 años, habla sobre el comportamiento de consumo actual de estos dulces de toda la vida
A nadie le amarga una filloa
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Madrid
Las golosinas, aparte de ser el aliado de satán en los últimos años por la cantidad ingente de azúcar que contienen, han formado parte de las tardes de juego y diversión de nuestra niñez. Este dulce, que ha estado presente en nuestras tardes de cine, sigue siendo consumido, a pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por reducir el consumo de azúcar a menos del 10% del total de calorías de la dieta diaria.
Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, en el año 2021 el sector de las golosinas en España facturó cerca de 500 millones de euros. Pero, también hay que destacar que la población cada vez está más preocupada por el consumo abusivo de azúcar, lo que ha repercutido en la caída de los ingresos de este sector en cerca de un 20%. Tomás García Jiménez es experto en el sector de ventas de golosinas desde hace más de 40 años y ha dedicado toda su vida a vender este tipo de dulces a muchas generaciones en su tienda Cuevas y Martín S.L.
Tomás dice que, contra todo pronóstico, hoy en día se consumen más golosinas que hace unos años, y sobre todo en la población adulta; "creo que el motivo es que después de la pandemia de la covid-19 la gente tiene más ganas de todo, incluido lo dulce". Aunque, entre los adultos también tienen su público, los principales consumidores de golosinas siguen siendo los niños, cuyos padres, cada vez más preocupados por la alimentación de sus hijos, restringen de manera exponencial la ingesta de azúcar y alimentos ultraprocesados. A esto se suma que el consumo de golosinas en niños se ha visto afectado por la aparición de alergias alimenticias y su relación con los componentes de las chucherías.
La subida de precios que se está viviendo en España en la actualidad no exime a la industria de las chucherías. Tomás García dice que ;"con un euro hace diez años daba para comprar 20 chucherías. En cambio, hoy por un euro se compran la mitad. Esto tiene que ver con el azúcar y la subida de su precio, ya que está muy penalizado su consumo".
Las golosinas, como todo en la vida, han tenido su evolución y tendencias de consumo. Tomás García reconoce que a día de hoy las variedades ácidas son las más consumidas, y esto se debe a que "en muchos pubs o discotecas los ponen como acompañantes de copas y quedan mejor ácidos que las dulzonas de toda la vida, porque llegan a empalagar". Pero, Tomás reconoce que las golosinas de toda la vida, como las moras, fresas o palotes, siguen liderando el terreno en el ámbito más dulce.
